Apropiación de los informes de responsabilidad social en las instituciones de Educación Superior en la ciudad de Cali
Wilson Romero Palacios*, Ana Mercedes Ocampo Hoyos**, José Fabián Ríos Obando***
*Vicerrector Académico, Corporación Universitaria Centro Superior Unicuces, Candidato a Doctor en Administración de Negocios, Grupo de Investigación Construcecs, viceacademica@unicuces.edu.co
**Directora Investigación Corporación Universitaria Centro Superior. Doctora Geografía e Historia Planificación Territorial y Gestión Ambiental, investigación@unicuces.edu.co
***Docente Investigador, Estudiante de Doctorado en Administración de Negocios, Corporación Universitaria Centro Superior Unicuces, Grupo de Investigación Construcecs, invrios@unicuces.edu.co
Resumen
La presente investigación obedece a un esfuerzo por identificar el conocimiento y apropiación de los informes de balance social por parte de la comunidad académica en las Instituciones de Educación Superior IES en la ciudad de Cali. A partir de un método aleatorio, se seleccionaron tres Instituciones de Educación Superior, ubicadas en la ciudad de Cali, del cual se extrajo una muestra representativa poblacional de 1000 personas, a los cuales se les aplicó un cuestionario con diez preguntas que permitieron establecer finalmente un desconocimiento y baja apropiación de dicha comunidad en relación a la temática en comento. Lo anterior deja en entredicho el rol hasta ahora jugado por diversos actores, entre los que destacan las IES, quienes de acuerdo a su misionalidad deben dirigir los esfuerzos académicos e investigativos en procura de fomentar la cultura de rendición de cuentas, en una espiral virtuosa que ha de propender por generar escenarios de sostenibilidad. Los resultados constituyen un reto en la academia, sentando precedentes para que se consolide una formación de carácter transversal en el currículo, que coadyuve a consolidar espacios de discusión en torno a los compromisos de las organizaciones frente a los stakeholders, siendo las IES llamadas a jugar un rol participativo como gestores y garantes del proceso.
Palabras clave: Instituciones de educación superior, responsabilidad social empresarial, sostenibilidad.
Understanding reports on social responsibility at higher education institutions in Cali city
Abstract
This research surges from an effort to identify knowledge and understanding the social balance reports by the academic community at Higher Education Institutions in Cali city HEI. Parting from a random method, three higher education institutions located in Cali city were selected; a representative sample of 1,000 individuals was selected; they answered a 10-question questionnaire, which led to establish ignorance and low understanding by such community on the researched topic. The above leaves in question the role plaid so far by the various actors, among them the HEIs, who, according to their mission, should guide academic efforts and research to promote a culture of accountability, in a virtuous spiral, that should create sustainability scenarios. Results become a challenge at the academy, laying the basis to consolidate a transversal formation in the curriculum, which helps to consolidate discussion spaces about organization commitment to stakeholders; such HEIs being called to play a participative role as managers and guarantors of the process.
Key words: Higher education institutions, enterprise social responsibility, sustainability.
Introducción
Con ocasión a los procesos evolutivos de las ciencias empresariales y sus condicionantes en el desarrollo económico empresarial, se ha ido construyendo - y en algunos casos deconstruyendo- un acervo teórico que ha promulgado por reconocer aquellos aspectos trascendentales en el desarrollo sostenible de las regiones y por supuesto de la comunidad.
Dichas consideraciones han desencadenado una profunda reflexión del papel de las organizaciones, hacia el reconocimiento de las necesidades de la sociedad civil, como una apuesta por distribuir eficientemente las externalidades las empresas y lograr procesos de carácter incluyente que trasciendan los intereses a corto plazo de los inversionistas.
"Desde un enfoque empresarial, los acontecimientos experimentados en los últimos tiempos han provocado que la sociedad no perciba el ente «empresa» tan solo desde una perspectiva financiera"(Herrera, Larrán, Lechuga, Martínez, 2014, p.117) .
Ahora bien, en el marco de las discusiones de la sostenibilidad y su pragmatismo, se fue gestando un discurso concerniente al rol que debían jugar las organizaciones como hacedoras de tales pretensiones. Así se fue robusteciendo académica, disciplinar y por supuesto teóricamente la Responsabilidad Social Empresarial RSE, entendida como una a estrategia, la cual reconoce las necesidades de los agentes de interés tanto internos como externos, dando así respuesta en esencia a tres pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente (objetivos sociales, económicos y ambientales) y que dan lugar a una transferencia de beneficios hacia la sociedad.
La RSE es una actividad coordinadora de los intereses sociales y aquellos referidos al medio ambiente, dicha definición revela entonces un triple balance entre las consideraciones sociales, económicas y ambientales que han de influir en las decisiones económicas como un mecanismo hacedor de resultados satisfactorios (Cancino y Morales, 2008 citando a Comisión Europea, 2001).
Una definición sobre la responsabilidad social empresarial puede considerarse completa si comprende el rango de obligaciones que las empresas tienen con la sociedad en su conjunto de manera integral, representando las categorías de lo económico; el aspecto legal; el impacto ambiental y el respeto por el entorno ambiental; el desempeño ético y discrecional del desempeño del negocio. (Camacho, 2015, pp 5-6).
La Responsabilidad Social Empresarial se ha venido efectuando como una estrategia de ventaja competitiva que permite cierta permanencia en el mercado; la cual busca resaltar un compromiso social a beneficio de la sociedad en general (Hernández y Bonomie, 2010).
La Responsabilidad Social Empresarial se convierte en un diferenciador estratégico para la organizaciones del nuevo milenio, buscando siempre el reconocimiento de una gran reputación empresarial, real y verdadera (Romero, 2015, p.30).
Se puede inferir entonces que la Responsabilidad Social Empresarial ha emergido como un concepto que ha cambiado el quehacer organizacional, con el fin de adecuarse a las condiciones de un contexto dinámico, en el que la adopción de dichas políticas son un reflejo de una sociedad que cada vez exige practicas más incluyentes y responsables de las organizaciones y que obliga a reconocer las necesidades de los agentes de interés tanto internos como externos, dando lugar a un transferencia de beneficios hacia la sociedad.
Ha sido tal la aceptación y acogida en la sociedad civil que la International Organization for Standardization, popularmente conocida como la ISO, en el año 2010, desarrolló una guía sobre Responsabilidad Social -ISO 26000-, cuyo propósito fue orientar a las organizaciones hacia la adopción de medidas que garantizan beneficios, actuando de manera socialmente responsable, reconociendo los objetivos mismos de la sostenibilidad como el triple balance o el triple bottom line (ISO 26000, 2010).
Es así como se evidencia una necesidad de reconocer, la divulgación de las diferentes actividades y sus externalidades, como una estrategia fundamental de comunicación asertiva dirigida hacia la generación de valores de vital importancia en la sociedad como la reputación, entre otros, que finalmente posibilitan alcanzar un posicionamiento competitivo favorable (Cepal, 2008).
"En términos generales, los partidarios de la RSC han recurrido a cuatro argumentos para presentar su tesis: obligación moral, sustentabilidad, licencia para operar y reputación" (Porter, Kramer, 2006, p. 44).
Durante las últimas décadas se ha resignificado las actuaciones de las organizaciones desde una mirada responsable, considerando las implicaciones de divulgar y hacer procesos de rendición de cuentas que coadyuven a incrementar valores intangibles como la reputación, posicionamiento de marcas, entre otros, los cuales son analizados desde la contabilidad emergente como una apuesta por lograr factores diferenciadores exitosos.
La necesidad de visibilizar los logros organizacionales desde el triple balance (económico, social y ambiental) dio lugar a que diversos organismos de carácter multilateral e interinstitucional, concibieran una serie de esfuerzos encaminados hacia la asunción de criterios marco, que conllevaron a proponer lineamientos específicos de común acuerdo para reconocer qué acciones deben adelantarse y de qué manera han de ser presentadas, con el fin de alcanzar escenarios de credibilidad y transparencia en relación al objeto de discusión en comento.
Se debe destacar entonces las "líneas directrices para empresas multinacionales" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE; texto actualizado en 2011 y publicado en 2013, que enuncia unos principios de carácter voluntario, que promueven un conjunto de actuaciones empresariales socialmente responsables, en aras de lograr armonizar las relaciones entre las compañías multinacionales y la sociedad en general.
Posteriormente, la Comisión Europea, aportó un valioso instrumento como el "Libro Blanco sobre Responsabilidad Ambiental", publicado en el año 2000, con el objetivo de "configurar un régimen de responsabilidad ambiental de ámbito comunitario que permita mejorar la aplicación tanto de los principios ambientales recogidos en el Tratado CE como de la legislación ambiental comunitaria".
Por su parte, Las Naciones Unidas (2009), propone el Pacto Mundial; mediante la elaboración de 10 principios, cuya intención es promover "una plataforma política y un marco práctico para las empresas comprometidas con la sostenibilidad y las prácticas empresariales responsables" (p. 2), mediante el concurso de la sociedad civil y empresas en el alcance de unos objetivos que dan cuenta de intereses en derechos humanos, condiciones laborales, ambiente y corrupción; que promuevan una económica más inclusiva y sostenible
Ante el creciente interés de propios y particulares sobre el tema en comentó, fue tomando cada vez mayor fuerza en el ámbito académico- empresarial -de forma paralela a la corriente de la sostenibilidad-; una preocupación sobre las estrategias de comunicación; por cuanto la información que debía diseminarse hacia los grupos de interés, sobre las acciones emprendidas en aras de retornar y redistribuir beneficios; eran desconocidas o en algunos casos, su divulgación adolecía de validez ante terceros, afectando los objetivos organizacionales en cuanto al alcance de los denominados activos intangibles, a los cuales ya se ha hecho referencia como reputación, posicionamiento de marca, entre otros.
Se evidenciaba entonces una necesidad de regular la información divulgada, en aras de lograr aumentar su credibilidad en la sociedad y por supuesto apuntalar su proceso de expansión y consolidación en los diferentes escenarios donde converge, por cuanto de esa manera, contribuiría a potenciar la fuerza dinamizadora de la RSE como una apuesta para generar factores competitivos.
De modo que ante la necesidad de otorgar mayor rigor a los informes publicados por las diversas organizaciones; surgieron diversas iniciativas, entre las cuales destaca primordialmente la fundada por la Global Reporting Initiative(GRI), no solo por el interés investigativo; sino por su amplio reconocimiento a nivel internacional. La GRI constituida formalmente en 1997 como una iniciativa mancomunada del PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y la organización no gubernamental estadounidense CERES (Coalition for Environmentally Responsible Economies), en el año 2000 publicó la primera propuesta conocida como la "guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad" con la intención de hacer de conocimiento público un informe, el cual abarca la dimensión social, económica y ambiental, destacándose por su alta rigurosidad, toda vez que se somete a un nivel de control y verificación similar al de un informe financiero tradicional.
La guía del GRI es entonces un documento elaborado de manera participativa, el cual se subdivide en diversos capítulos, de los cuales se resalta los principios de elaboración; para determinar el contenido y la calidad de la memoria; los contenidos básicos generales, orientados hacia el reconocimiento de la organización postulante, su perfil, estrategias; entre otras; y los contenidos básicos específicos, el cual establece las directrices para los indicadores y enuncia a profundidad la información a rendir sobre la categoría ambiental, social y económica con sus respectivas subcategorías (GRI,2013).
La aparición de códigos de conducta enfocados al desarrollo de una responsabilidad social corporativa pueden ser considerados como una punta de lanza que busca que las empresas identifiquen oportunidades de mejora internas, ya sea en sus procesos productivos o en la forma en que desarrollan sus actividades, lo que derivará en el desarrollo de empresas que busquen implementar estrategias y modelos de negocios que permitan alcanzar una actitud ganar-ganar con respecto a la problemática medioambiental a través del desarrollo de políticas empresariales sustentables. (Accinelli y de la Fuente, 2013, p. 243)
Es interesante conocer entonces el papel que las Instituciones de Educación Superior, en adelante IES , han jugado desde la consolidación de espacios de discusión, que alberguen las problemáticas referidas a la sostenibilidad y la RSE como una apuesta por concienciar a la sociedad civil como juez y parte dentro de la implementación de estrategias de cambio organizacional, pero a su vez como gestora de informes de sostenibilidad que den cuenta también de su quehacer institucional y de las posturas que les compete, como una organización dinamizadora de cambio social.
La investigación desarrollada responde a un método descriptivo, el cual propende por identificar el conocimiento y apropiación de la comunidad académica de las IES de la ciudad de Cali, en relación a las guías para la publicación de informes de RSE.
Mediante un método aleatorio se seleccionaron tres Instituciones de Educación Superior, ubicadas en la ciudad de Cali, de la cual se extrajo una muestra representativa poblacional de 1.000 personas pertenecientes a la comunidad académica (conformada por estudiantes, docentes, administrativos y estudiantes) de dichas IES, posteriormente se desarrolló una estratificación en la que se determinó el número de personas a aplicar el instrumento por cada segmento poblacional.
De 1000 personas encuestadas, tan solo 450 personas conocen metodologías para rendir informes de balance social, de los cuales el 34 % corresponde a los docentes, 31 % personal directivo, 20 % estudiantes y finalmente 14,89 % al personal administrativo.
La investigación adelantada permitió establecer que ha existido una ruptura en el proceso de comunicación, habida cuenta de que se identificó que el 45 % de los casos no conocen los informes de balance social y tan solo el 10 % da cuenta de su intención, contenidos y metodología, resultados que sumados a la baja aplicación por parte de los encuestados, muestra un reto importante de cara al futuro.
Igualmente se revela una tendencia por grupo poblacional, en donde los docentes, el tercer grupo en cuanto a número de encuestados (200 personas) lideran las cifras en conocimiento y aplicación, toda vez que de acuerdo con la investigación, de 72 personas que han aplicado alguna metodología, el 60 %, es decir, 42 personas ostentan la misma condición (docentes).
Ante un escenario de una baja apropiación y conocimiento del tema por parte de la comunidad académica de las IES en Cali, deja en entredicho el rol hasta ahora jugado por diversos actores, entre los que destacan las IES, quienes de acuerdo a su misionalidad deben dirigir los esfuerzos académicos e investigativos en procura de fomentar la cultura de rendición de cuentas, en una espiral virtuosa que ha de propender por generar escenarios de sostenibilidad.
A pesar entonces de que existe un soporte teórico y metodológico como base fundamental de discusión en los escenarios en comento, se hace evidente que las Universidades a nivel local e incluso nacional han sido ajenas a la presentación y divulgación de memorias de sostenibilidad. Lo anterior es corroborado por el bajo número de informes refrendados por estas; habida cuenta de que de acuerdo con la investigación el 10 % identificó alguna Institución de Educación Superior IES que haya rendido cuentas de sostenibilidad
Ciertamente, tales resultados se ven soportados por otras investigaciones como la publicada en el año 2015 por la Superintendencia de Sociedades, en donde se observa que a nivel nacional las IES participan con el 5 % dentro del total de organizaciones que rinden cuentas en aspectos sociales, económicos y ambientales.
Los resultados constituyen un reto en la academia, sentando precedentes para que se consolide una formación de carácter transversal en el currículo, que coadyuve a consolidar espacios de discusión en torno a los compromisos de las organizaciones frente a los stakeholders, siendo las IES llamadas a jugar un rol participativo como gestores y garantes del proceso.
Materiales y métodos
La investigación desarrollada responde a un corte cuantitativo con un método descriptivo, el cual propendió por identificar el nivel de conocimiento y apropiación de la comunidad académica de las IES en la ciudad Santiago de Cali; en relación a los informes de corte social y ambiental.
Mediante un método aleatorio se seleccionaron tres Instituciones de Educación Superior ubicadas en la ciudad de Cali, de la cual se extrajo una muestra representativa poblacional de 1.000 personas pertenecientes a la comunidad académica (conformada por estudiantes, docentes, administrativos y estudiantes) de dichas IES.
Para lo anterior, se estratificó el conjunto poblacional perteneciente a la comunidad académica, aplicando como instrumento un cuestionario con diez (10) preguntas de la siguiente manera:
350 Estudiantes.
200 Docentes.
300 Directivos.
150 Administrativos.
Resultados
A partir de la encuesta aplicada, se presenta a continuación el análisis efectuado, tomando como referencia las indagaciones efectuadas mediante el instrumento.
En la tabla 1 se presentan los resultados en relación a las metodologías para divulgar resultados a nivel social y ambiental.
Tabla 1. ¿Conoce usted metodologías para divulgar resultados de prácticas a nivel social y ambiental?
Fuente: Los autores
De acuerdo con los resultados, se observa que el 45% de los encuestados tiene conocimiento sobre las memorias de sostenibilidad, lo que constituye un factor determinante en cuanto a la necesidad de consolidar acciones orientadas a la divulgación de dichas prácticas, de cara a alcanzar escenarios de conocimiento generalizado, en donde se reconozcan las diferentes metodologías para el quehacer de la RSE como una estrategia de cambio organizacional.
En la tabla 2 se exponen los resultados, en relación al rol que cumplen en la Universidad, aquellos que respondieron afirmativamente a la pregunta 1.
Tabla 2. Si su respuesta anterior fue afirmativa, mencione que rol cumple usted en la Universidad.
Fuente: Los autores
De acuerdo a los resultados de la encuesta, dentro de la población objeto de análisis que conocen las guías metodológicas para la rendición de cuentas, un 34 % corresponde a los docentes, 31 % al personal directivo, 20 % estudiantes y finalmente 14,89 % al personal administrativo.
Resulta interesante identificar que de 200 docentes encuestados, 153 conocen las metodologías para la divulgación de resultados, sobresaliendo notoriamente en relación a los demás sectores poblacionales.
Así mismo se destaca el hecho de que los estudiantes, segmento que tenía mayor representatividad, con 350 encuestados, 90 de ellos afirman conocer la temática, siendo una cifra muy baja, la cual da luces sobre la necesidad de abordar con mayor rigurosidad desde los proyectos educativos, los aspectos inherentes a la RSE para que sea amplié su conocimiento a la masa estudiantil.
Por otra parte, de 300 directivos que formaron parte del muestreo, 140 de ellos, conocen las metodologías para divulgar las acciones sociales y ambientales, una cifra baja, habida cuenta de su influencia a nivel institucional e impacto en la promulgación de políticas y estrategias desde lo académico y curricular.
A continuación, en la tabla 3, se relacionan los resultados, sobre el medio a través del cual la muestra poblacional conoció las metodologías objeto de análisis.
Tabla 3. A través de qué medio tuvo conocimiento de las metodologías para divulgar resultados a nivel social y ambiental.
Fuente: Los autores
Se pudo constatar que la muestra accedió al conocimiento de las guías sobre sostenibilidad a través de diferentes medios e instancias de comunicación.
El 28.89 % de los encuestados afirman que tuvo conocimiento a través de la página oficial del GRI, evidenciándose la falta de difusión y visibilidad de las instituciones encargadas al respecto.
Igualmente se debe resaltar que tan solo el 4.44 % de los encuestados afirman que las Universidades les permitieron conocer las guías en referencia, siendo un resultado poco representativo y a su vez preocupante, en tanto es deber de la academia generar estrategias para apropiar a la comunidad sobre la importancia estratégica de las practicas referentes a la RSE y su refrendación ante terceros
De 450 personas que conocen la metodología objeto de discusión; el 32% (144 personas) considera que las memorias de sostenibilidad tiene el fin de legitimar las prácticas organizacionales, el 29% (130 personas) afirma que sirven para mejorar la imagen corporativa, el 25% (113 personas) para difundir la RSE, mientras que el 14% (63 personas) para comunicarse con los grupos de interés de la empresa.
Se puede establecer entonces que tan solo el 14 % realmente identifica la razón fundamental de las memorias de sostenibilidad, toda vez que de acuerdo con la guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad, el propósito de dicha memoria es "La elaboración de una memoria de sostenibilidad comprende la medición, divulgación y rendición de cuentas frente a grupos de interés internos y externos en relación con el desempeño de la organización con respecto al objetivo del desarrollo sostenible"( GRI, 2013).
Del mismo modo se indagó a 450 personas de la muestra poblacional, los cuales conocen las metodologías para divulgar resultados; si los mismos, han puesto en práctica alguna metodología para la divulgación de resultados de RSE, reconociendo que el 84 % (380 encuestados) nunca han aplicado alguna clase de metodología para la rendición de cuentas de RSE. Lo anterior constituye un argumento para aseverar que existe una escasa participación y empoderamiento en la adopción e implementación de rendición de cuentas y que este ha sido una herramienta que ha sido relegada dentro de las dinámicas de las organizaciones.
Es así como se evidencia que el conocimiento de los encuestados es eminentemente teórico, en tanto que de 450 personas, tan solo 70 (16 %) alguna vez lo han aplicado. El no tener claridad sobre la aplicación de la misma reviste un problema, en tanto da lugar a establecer que existe una relación muy baja entre los escenarios académicos y su implementación a nivel empresarial.
De esas 70 personas, el 60 %, equivalente a 42 personas, han aplicado metodologías para la divulgación de resultados de RSE, a través de actividades de prestación de servicios como consultorías y asesorías. Se pudo establecer a partir del instrumento aplicado que esas 42 personas corresponden a docentes universitarios.
El 29% de los casos (20 personas), corresponde a ejercicios prácticos en la academia, los cuales de acuerdo al instrumento, son estudiantes.
Un 4%, equivalente a tres personas (3) las han aplicado en la empresa, mientras que el 7% restante dan otras respuestas.
Es de resaltar que ningún encuestado informó haber aplicado las metodologías en prácticas o pasantías universitarias. Hace falta sin lugar a dudas mayores esfuerzos para articular los procesos de aprendizaje con actividades de aplicación y transferencia de conocimiento articulados al sector empresarial, de esta manera se impactara significativamente a los agentes de interés al promover con mayor eficacia las actividades en referencia.
La tabla 4 representa la opinión de la muestra con relación a la visibilidad de las IES; evidenciada en la rendición de cuentas de sus resultados en lo social y ambiental.
Tabla 4. Identifica usted alguna Institución de Educación Superior IES que haya rendido cuentas de sus resultados en lo social y ambiental?
Fuente: Los autores
De acuerdo con los resultados de la encuesta, se evidencia un notorio desconocimiento (90%), de que las IES que hayan rendido cuentas a través de las metodologías existentes.
Lo anterior es una consecuencia misma de la poca divulgación que se ha generado en la comunidad sobre las memorias de sostenibilidad aunado a la condición de que en su gran mayoría, los informes han sido aplicados generalmente por el sector industrial, servicios financieros y en menor medida ha sido acogido por las IES.
Al indagar a los encuestados sobre los resultados divulgados por las IES y su coherencia con la realidad, se evidencia que de 450 personas que conocen las metodologías para divulgar resultados sociales y ambientales, el 67% (300 encuestados), considera que los resultados divulgados no se ajustan a la realidad; el 2% (10 personas) afirman que los resultados presentados dan cuenta de la realidad; mientras que un 31%, que representa 140 encuestados, se abstuvo de dar una respuesta al respecto.
De tal suerte que es prudente afirmar que existe un consenso generalizado en cuanto a que los resultados que se rinden en los informes objeto de análisis, son en su mayoría un instrumento mercantilista que se aleja de los impactos antropogénicos realmente causados por los diversos sectores de la economía.
La Tabla 5 da cuenta del saber de una porción de la muestra poblacional, sobre los principios, contenidos básicos y específicos de las metodologías aplicadas.
Tabla 5. ¿Conoce usted los principios, contenidos básicos y específicos de las metodologías aplicadas?
Fuente: Los autores
Se puede inferir a partir de los resultados de la encuesta, que tan solo el 10 % de los encuestados conoce en alguna medida los principios, contenidos básicos y específicos de las metodologías.
Es evidente entonces que tal situación es una consecuencia del desconocimiento en la población en relación a las metodologías para divulgar resultados de prácticas a nivel social y ambiental, tal como se refleja en la tabla No 1.
Del mismo modo es evidente que aun cuando, en cierta medida, la población encuestada conozca las memorias, no se ha apropiado de la estructura, metodología y contenidos inherentes a ella, lo que dificulta reconocer su importancia.
Finalmente la tabla 6, relaciona la percepción del 45 % de la muestra, que conoce las metodologías para divulgar resultados de prácticas a nivel social y ambiental; frente al deber de las IES en presentar informes en lo social y ambiental.
Tabla 6. ¿Considera usted que las IES deben presentar informes en lo social y ambiental?
Fuente: Los autores
De acuerdo con los resultados del instrumento, el 41.11 % considera que las IES deben rendir sus resultados a través de informes de sostenibilidad o de balance social, lo cual constituye un elemento valioso a considerar a futuro, por cuanto se requiere de mayor concienciación en la sociedad sobre el papel que debe cumplir la academia, como garante de la sostenibilidad pero también como un participante activo en la presentación de los impactos causados hacia los agentes de interés y las medidas de compensación o mitigación a que haya lugar como estrategia desde la RSE .
Discusión de resultados
Es evidente que dentro del segmento poblacional perteneciente a la comunidad académica de IES de la ciudad de Cali, existe un desconocimiento elevado en cuanto a las guías para la elaboración de informes con contenido social, sus contenidos y metodología de implementación, siendo ineludible la necesidad de incrementar los procesos de divulgación en los escenarios académicos.
Tales argumentos se soportan con otras investigaciones adelantadas recientemente y que dan cuenta del contexto y principales resultados de la RSE a nivel de Latinoamérica y por supuesto Colombia.
De acuerdo al estudio divulgado por Yepes, et al (2015), se hace particular el hecho que de una muestra total de 737 empresas y 790 ciudadanos, el 42% de los empresarios afirman tener un alto conocimiento de la RSE y el 14 % considera que sus empleados tienen conocimiento sobre la RSE. Existe entonces una similitud entre los datos aportados por Supersociedades y la presente investigación, siendo el desconocimiento en la muestra del orden del 80 %, en cuanto a la metodología de presentación, sus componentes, principios y contenidos básicos. Del mismo modo que aproximadamente el 53 % no sabe o no conoce si las IES como organizaciones del sector servicios deben presentar informes de sostenibilidad.
Ese mismo desconocimiento se ve en parte influenciado por la escasa participación de las IES en la preparación y presentación de informes de RSE, de acuerdo con Gómez y Quintanilla (2012), el sector que más presenta informes de sostenibilidad en Latinoamérica son las empresas de suministro de energía eléctrica con un 80 %, en segundo lugar, la generación de energía con un 75 % y aparece en tercer lugar las instituciones financieras con un 73 %. Por su parte las Universidades apenas superan el 4% en divulgación de informes.
En Colombia vemos como se conserva la tendencia, en donde el sector más representativo en cuanto a los reportes sociales y ambientales es el de energía con un 36%, seguido de alimentos y bebidas y logística con un 14 % cada uno. Valga la pena mencionar que el sector educación representa apenas el 5 %.
Lo anterior da cuenta de los resultados de la investigación adelantada, por cuanto el 90% de los encuestados afirma no conocer alguna IES que haya desarrollado y divulgado los resultados de RSE bajo alguna metodología, aunado a que alrededor del 58 % no tiene claridad si las IES deben presentar informes en lo social y ambiental; siendo evidente que aún existe un amplio camino por recorrer en este campo en particular.
De 1000 personas encuestadas, tan solo 450 personas conocen metodologías para rendir informes de balance social, de los cuales el 34 % corresponde a los docentes, 31 % personal directivo, 20 % estudiantes y finalmente 14,89 % al personal administrativo.
Igualmente se revela una tendencia por grupo poblacional, en donde los docentes, el tercer grupo en cuanto a número de encuestados (200 personas) lideran las cifras en conocimiento y aplicación, toda vez que de acuerdo con la investigación, de 72 personas que han aplicado alguna metodología, el 60 %, es decir, 42 personas ostentan la misma condición (docentes).
Lo anterior constituye un desafío en la formación de profesionales capaces de exigir a las organizaciones mayor conciencia social, mediante la incorporación de actividades que garanticen la satisfacción de las necesidades de orden social y ambiental para la comunidad en general.
De acuerdo al estudio divulgado por Supersociedades, Colombia es a nivel de Latinoamérica, el Quinto país en cuanto a número de empresas que reportan sus prácticas de balance social, con apenas el 7 %, muy lejos de países como Brasil y Chile con un 45 % y 25 % respectivamente.
Es prioritario replicar estas actividades a todo nivel, en aras de generar una cultura proactiva en cuanto a la divulgación de resultados, como una apuesta por consolidar espacios de debate, fundamentados en los resultados provistos por tales informes, tal situación da lugar a mayor concienciación de parte de los diferentes agentes interés, quienes con su influencia directa, presionarán a las organizaciones para que de manera sistemática y oportuna, aperturen sus procesos de información.
En relación al medio a través del cual los encuestados conocieron acerca de la metodología, se pudo establecer que del total de los casos, tan solo apenas el 5 % se dio a través de las IES, mientras que el apenas el 11.11 % fue con ocasión a publicaciones científicas.
Se requiere mayor participación por parte de la academia, al proponer desde las políticas institucionales, una formación orientada hacia la sostenibilidad. Dicha formación debe tener un carácter transversal y vinculante para que través de las funciones sustantivas como la investigación y la docencia se consolide una masa crítica de profesionales formados desde posturas afines a una racionalidad ambiental que exijan de las organizaciones mayor compromiso social y ambiental.
Dentro de la percepción de los usuarios en relación a los intereses de metodología, se destaca el hecho de que el 32 % lo considerará como una apuesta por legitimar las practicas organizacionales, lo cual hace pensar tales actividades no como un fiel reflejo de una conducta socialmente responsable de las organizaciones, sino como un medio para recibir la aceptación por parte de sus pares y así poder mejorar su imagen corporativa (28.89 %). Sin lugar a dudas tales aseveraciones legitimizan el hecho de que el 2 % de los encuestados considera que los resultados divulgados por la IES son coherentes con los impactos realmente causados a la sociedad.
Los resultados entonces se constituyen un reto en la academia, sentando precedentes para que se consolide una formación de carácter transversal en el currículo, que coadyuve a consolidar espacios de discusión en torno al compromiso de las organizaciones frente a los stakeholders, siendo las Universidades llamadas a jugar un rol participativo como garantes del proceso.
Conclusiones
Es imperativo desarrollar una cultura de responsabilidad social en las IES no solo a nivel Departamental sino también en el territorio Nacional, donde se logre una concienciación sobre la importancia de asumir posturas que desde Leff (2006), podríamos concebir; como una nueva racionalidad ambiental, donde se privilegien acciones que realmente den cuenta de las necesidades de los agentes de interés y que se incorporen en las políticas institucionales, con el firme propósito de velar por resultados realmente satisfactorios. Dichas acciones deben tejerse necesariamente desde el seno de la academia, habida cuenta de su corresponsabilidad no solo en la formación de profesionales capaces de reconstruir una sociedad nueva que siente las bases de una nueva civilización desde el eco centrismo, sino también por su deber como participe en la estructura económica de la sociedad, en la cual evidentemente ha de asumir los impactos causados en el ambiente y de las acciones de mitigación y compensación a que haya lugar.
Entonces la génesis de la RSE, es en primer lugar reconsiderar las acciones enmarcadas en criterios netamente utilitaristas por otras concepciones con mayor carga social, para posteriormente presentarlas ante la comunidad en general, mediante diversos instrumentos que han de contribuir a su armonización y consolidación, dándoles la suficiente rigurosidad científica que soporten los datos esbozados. Es así como nace precisamente metodologías como el GRI, mediante esfuerzos interinstitucionales que intentaron acercar unas guías de conocimiento común que dieran cuenta precisamente de las intenciones y el compromiso de las organizaciones con el triple balance (social, económico y ambiental).
Colombia ocupa el Quinto lugar en Latinoamérica en lo que atañe al número de empresas que divulgan resultados en RSE, quedando rezagado en relación a sus vecinos como Brasil, siendo un factor correlacionado a la incipiente implementación de dicha estrategia y al bajo número de empresa que la han incorporado dentro de quehacer institucional.
La investigación adelantada permitió establecer que ha existido una ruptura en el proceso de comunicación, habida cuenta de que se identificó que el 45 % de los casos no conocen los informes de balance social y tan solo el 10 % da cuenta de su intención, contenidos y metodología, resultados que sumados a la baja aplicación por parte de los encuestados, muestra un reto importante de cara al futuro.
Ante un escenario de una baja apropiación y conocimiento del tema por parte de la comunidad académica de las IES en Cali, queda entredicho el rol decisivo hasta ahora jugado por diversos actores, entre los que destacan las IES, quienes de acuerdo a su misionalidad deben dirigir los esfuerzos académicos e investigativos en procura de fomentar la cultura de rendición de cuentas, en una espiral virtuosa que ha de propender por generar escenarios de sostenibilidad.
Del mismo modo, además de su rol decisivo en la generación de masa crítica, también se espera que participen de manera más activa, liderando los procesos concernientes a incorporar dentro de sus planes estratégicos y políticas institucionales, la correcta y oportuna medición de la sostenibilidad, dando lugar a informes que conserven la periodicidad, rigurosidad y transparencia debida a lo largo de todo el proceso, en procura de garantizar el respeto a sus agentes de interés desde la verdad, como un camino para lograr escenarios donde los intereses mercantilistas cedan su espacio para erigir una nueva lógica ambiental que ha sentar las bases a nueva civilización.
Referencias bibliográficas
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