ensayo
Transformación de paradigmas educativos: las nuevas aulas de clase en tiempos de crisis
Transforming educational paradigms: new classrooms in times of crisis
Transformação de paradigmas educacionais: as novas salas de aula em tempos de crise
*Darwin YesiD HernánDez HernánDez
**Diana Marcela rivera Pérez
*Doctorante en Ciencias de la Educación con énfasis en investigación, evaluación y formulación de proyectos educativos, Docente de la Secretaría de Educación del Distrito. https://orcid. org/0000-0003-1616-773X
**Doctorante en Ciencias de la Educación con énfasis en investigación, evaluación y formulación de proyectos educativos – UMECIT. Secretaría de Educación Municipal de Soacha. https://orcid.org/0000-0002-5408-4751
DOI: http://dx.doi.org/10.18634/sophiaj. 18v.2i.1116
Información del artículo
Recibido: mayo de 2021 Revisado: diciembre de 2021 Aceptado: octubre de 2022 Publicado: diciembre de 2022
Palabras clave: educación, familia, innovación pedagógica, pandemia, tecnología de la información.
Keywords: education, family, pedagogical innovation, pandemic, information technology.
Palavras-chave:educação, família, inovação pedagógica, pandemia, tecnologia da informação
Cómo citar: /how cite:
Rivera Pérez, D. M., & Hernández Hernández,
D. Y. (2022). Transformación de paradigmas educativos: las nuevas aulas de clase en tiempos de crisis. Sophia, 18(2). https://doi. org/10.18634/sophiaj.18v.2i.1116
Sophia-Educación, volumen 18 número 2. Julio/diciembre. Versión español
Correspondencia de autor: darwinhernandez@umecit.edu.pa
Resumen
El presente artículo busca dar una mirada a la transformación de la educación y la forma de encuentros de trabajo en los procesos de enseñanza y aprendizaje a raíz del SARS - Cov-2, una pandemia que hizo que las instituciones educativas cerrarán sus puertas dejando de lado la presencialidad y que comenzarán a pensar ¿Cómo enseñar?,
¿de qué forma enseñar?, ¿con qué recursos enseñar?, por ello los diversos actores de la comunidad educativa entraron en un juego de aprendizaje constante, autónomo y de manera eficaz con la intención de acogerse a las diferentes plataformas educativas (Classroom, Moodle) y redes sociales (WhatsApp, Instagram, Facebook,...) que se convirtieron en aulas de clase desde cada una de las casas tanto de estudiantes como de docentes. Se destaca también el hecho de que los maestros además de orientar los procesos educativos se convirtieron en el apoyo emocional de las familias en medio del confinamiento, puesto que el encierro de cada una de las familias produjo algunas crisis y conflictos entre ellos. En este vaivén de cambios metodológicos entraron en juego las plataformas de videoconferencia para acercar los encuentros sincrónicos que permitieron vislumbrar las brechas tecnológicas y de conocimiento de los estudiantes desde sus diferentes contextos. Se toma en consideración los cambios en la comunicación dejando de ser presencial o física y trasladándose a un contacto virtual (hasta no verbal) en la que tanto el receptor como el emisor debían tener claridad frente al mensaje que se transmitía.
This article seeks to take a look at the transformation of education and the form of work meetings in the teaching and learning processes as a result of SARS - Cov-2, a pandemic that made educational institutions close their doors leaving aside the presentiality and begin to think about how to teach, how to teach, with what resources to teach, and with what resources to teach, Therefore, the various actors of the educational community entered into a game of constant, autonomous and effective learning with the intention of embracing the different educational platforms (Classroom, Moodle) and social networks (WhatsApp, Instagram, Facebook,...) that became classrooms from each of the homes of both students and teachers. It also stands out the fact that teachers in addition to guiding the educational processes became the emotional support of the families in the middle of the confinement, since the confinement of each of the families produced some crises and conflicts among them. In this back and forth of methodological changes, videoconference platforms came into play to bring synchronous meetings that allowed glimpsing the technological and knowledge gaps of the students from their different contexts. It takes into consideration the changes in communication, which ceased to be face-to-face or physical and moved to a virtual contact (even non-verbal) in which both the receiver and the sender had to be clear about the message being transmitted.
RESUMO
Este artigo busca lançar um olhar sobre a transformação da educação e a forma de encontros de trabalho nos processos de ensino e aprendizagem em decorrência da SARS - Cov-2, pandemia que fez com que as instituições de ensino fechassem suas portas, deixando de lado os atendimentos presenciais. -face e que vão começar a pensar em como ensinar?, como ensinar?, com que recursos ensinar?, por isso os vários atores da comunidade educativa entraram num jogo de aprendizagem constante, autónoma e eficaz com o intenção de aproveitar as diferentes plataformas educativas (Sala de aula, Moodle) e redes sociais (WhatsApp, Instagram, Facebook,...) que se tornaram salas de aula de cada uma das casas de alunos e professores. Também destaca o fato de que os professores, além de orientar os processos educativos, tornaram-se o suporte emocional das famílias em meio ao confinamento, pois o confinamento de cada uma das famílias produziu algumas crises e conflitos entre elas. Nessa flutuação de mudanças metodológicas, as plataformas de videoconferência entraram em jogo para trazer encontros síncronos que permitissem vislumbrar as lacunas tecnológicas e de conhecimento dos alunos de seus diferentes contextos. São tidas em conta as alterações na comunicação, deixando de ser presencial ou físico e passando para o contacto virtual (mesmo não verbal) em que tanto o recetor como o emissor têm de ser claros sobre a mensagem que está a ser transmitida.
La realidad de un sujeto es cambiante de forma constante, usualmente, produce cambios directos en su vida y en las personas que están en su contexto inmediato, no obstante, en el último año se generó una transformación que trajo consigo un impacto en toda la sociedad, la pandemia denominada “SARS - Cov-2” modificó por completo la vida de las personas, sus comportamientos, interacciones, emociones y, en general, su forma de vivir.
Estos cambios no se dieron únicamente en la parte física sino que repercutieron en la parte social, emocional y psicológica, así lo definen (Buitrago, Ciurana, Fernández, y Tizón, 2020) “como toda pandemia la de la COVID-19 incluye componentes biológicos e infecciosos, pero también componentes psicosociales e impactos sociales y económicos” (p. 90), en otras palabras, la sociedad sufrió un cambio a nivel general, puesto que al evitar el contagio masivo se presentó un declive en la interacción social y, de igual manera, en la economía de cada uno de los países.
Ahora bien, esta situación no afectó a todas las personas por igual, “numerosos datos prueban que ha afectado más a los grupos empobrecidos (social y emocionalmente) de nuestras sociedades y al precariado” (Buitrago et al., 2020, p. 92), esto indica que los gobiernos de cada país no estaban preparados para afrontar una situación como la actual, además muestra las desigualdades sociales que se presentan a nivel mundial, en general, y a nivel de región, a nivel particular de cada país.
Más allá de estas afectaciones, se establecen también las propias de cada una de las profesiones u oficios en los que se desempeñan las personas, obligando a que se reestructuren los hábitos, estrategias y métodos de trabajo y/o de estudio. Cada sociedad ha definido diversos protocolos y formas de interacción evitando que la educación, la salud y las provisiones de servicios básicos sean interrumpidos de manera indefinida. De allí, que se ha incrementado el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), para acercar a cada uno de los actores que intervienen dentro de la sociedad.
Ahora bien, uno de los grandes factores que más se ha visto afectado en estos tiempos de crisis es la comunicación, que según (Brönstrup, Godoi, y Ribeiro, 2007)“es un acontecimiento, un encuentro feliz, el momento mágico entre dos intencionalidades, que se produce en el roce de los cuerpos” (p. 30) puesto que, la comunicación, en este contexto, ha pasado por el desprendimiento que tuvo que realizar la sociedad en torno al intercambio personal que existía, donde se unía no sólo la oralidad sino la interacción social, metalingüística, la comunicación gestual y, en algunos casos, tácita, que hacía que los procesos de comunicación fueran más significativos, llegando así a una comunicación en la era digital en la cual se hace uso de diferentes herramientas y dispositivos tecnológicos que se han ajustado y han logrado, de una u otra forma, acercar al sujeto a sus contextos reales siendo una comunicación impulsada por las TIC.
Cabe resaltar que, este tipo de comunicación, sí bien produjo un proceso de intercambios e interacciones limitó, de una u otra manera, el accionar del emisor y el receptor por el contexto inmediato en el que se da el proceso comunicativo, perdiendo así la transmisión de algunos mensajes (interlineados) que se daban desde la presencialidad del sujeto-sujeto, además, ha permitido la intervención de otros actores y situaciones que no estaban presentes en la comunicación tales como involucrar espacios y momentos familiares o situaciones de la cotidianidad, como el paso de los vendedores, los ruidos de la calle, entre otras que, en cierta medida, hacen que los discursos se tornen más cortos dejando de lado el proceso discursivo y de interacción socioemocional que se daba desde la presencialidad.
Finalmente, se puede evidenciar que este tiempo de crisis, puntualmente llamado SARS - Cov-2, hizo que el mundo se paralice y piense por un momento que está pasando en su vida, en su familia y en su entorno, mostrando otras imágenes y deconstruyendo los imaginarios que los seres humanos crearon de los diversos ideales: de felicidad, de proyectos e incluso de su futuro, poniendo a pensar a las personas sobre su presente, su cuidado y el de su familia generando así un “pánico sistemático” sobre la importancia de la vida y la salud.
Debido a la situación de pandemia denominada como “SARS - Cov-2” en la que se planteó la necesidad del aislamiento obligatorio, en pro de la preservación de la vida, se ha presentado una repercusión en diferentes ámbitos sociales, llevando además a modificar, de una u otra manera, los procesos educativos, puesto que desde marzo de 2020 las instituciones educativas tuvieron que cerrar sus puertas de forma inmediata así como todas sus actividades académicas y pensar en el nuevo reto y desafío que se iba a tener, una “educación virtual” de la cual no se conocía cómo operar, pues son muy pocas las instituciones educativas de educación preescolar, básica y media que tienen implementado procesos tecnológicos a nivel pedagógico, y ni qué decir de las instituciones oficiales que carecen de recursos económicos y, por tanto, no se visualiza la imagen de una educación virtual.
En este sentido, la escuela para no perder el rumbo de la educación, concebida por (Touriñán, 2017) como «educar» es, básicamente, adquirir en el proceso de intervención un conjunto de conductas que capacitan al educando para decidir y realizar su proyecto personal de vida y construirse a sí mismo” (p. 26), es decir, la estructura institucional cerró, pero su capital humano debió continuar en la construcción de sociedad y de proyección de vida de los educandos y sus familias.
Así las cosas, la educación se ha visto afectada de forma directa dado que “la cancelación de clases presenciales y los estudios en línea, organizados con premura y preparación insuficiente, han generado grandes dificultades y se han incrementado los procesos de exclusión y marginación” (Ordorika, 2020, p. 3), dicho de otra manera, la pandemia obligó a que las instituciones educativas establecieran nuevos métodos de enseñanza en los que la conexión remota y/o virtual fueron las posibilidades que se encontraron a la mano, no obstante, la falta de organización y el desconocimiento, en algunos casos, por parte de los docentes y estudiantes sobre el manejo de las TIC hizo que esta “solución” no haya sido del todo efectiva.
Cabe resaltar que, debido a esta situación precipitada que tomaron las instituciones educativas, se inició un proceso que para algunos era desconocido, (Hodges, Moore, Lockee, Trust, y Bond, 2020) lo definen como “enseñanza remota de emergencia” (p. 3), que no es más que realizar un cambio abrupto debido a la situación de contingencia, haciendo uso de los recursos tecnológicos y pedagógicos para realizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, en donde el maestro debe realizar un entrenamiento o una formación de manera acelerada o por medio de la experimentación y, a su vez, fortalecer a los estudiantes en sus habilidades técnicas y pedagógicas, mediante una comunicación sincrónica y asincrónica, convirtiendo al maestro en un mediador del proceso de formación llevando, además, sus espacios personales (casa) como aulas de clase.
Además, de lo anterior, es de señalar que la desigualdad social y la falta de recursos de los más necesitados ha abierto una fisura aún mayor en la posibilidad de acceder a la educación, de acuerdo con Fernández (2020), se han establecido tres brechas en la educación actual: las de acceso, en la medida en que todos los estudiantes del país no cuentan con dispositivos tecnológicos o conexiones a internet; las de uso, dado que no existe la cantidad de dispositivos tecnológicos suficientes en las familias, para poder abarcar y dar solución a las necesidades y la conectividad de cada uno de los miembros que la componen y, por último, la brecha escolar, en donde debido a estas necesidades junto al desconocimiento sobre el uso y el manejo de diversas plataformas online no se alcanza un aprendizaje significativo.
En este sentido, la afectación no se presenta solo a nivel académico sino emocional puesto que estas situaciones particulares “y las exigencias de los colegios por el cumplimiento del aprendizaje confluyen en el aumento del estrés, así como en la desmotivación del estudiantado por llevar a cabo una educación remota” (Villalobos, 2021, pág. 131); estas problemáticas de emotividad tales como la frustración por no poder cumplir las metas trazadas, el desespero por no contagiarse y que sus seres queridos estén bien, el cambio de estado de ánimo constante debido al confinamiento y no poder tener contacto con el exterior, han dado paso a diversos conflictos al interior de los hogares.
No obstante, la relación entre familia y escuela se ha incrementado puesto que, en la mayor parte de los niveles educativos, es necesaria la compañía de la familia para cada uno de los estudiantes, según (Ruiz , 2020) “la colaboración entre ambas instancias es fundamental para asegurar el éxito escolar o, al menos, contribuir a ello” (p. 513), es decir, los padres de familia y/o acudientes se convirtieron en los aliados de los docentes debido a que ellos son los que, en este momento, acompañan el proceso de formación de los estudiantes, por ello, la comunicación entre las partes es crucial generando un trato asertivo y unas pautas claras de trabajo tanto para el acudiente como para el estudiante.
Por último, es importante recalcar que debido a esta situación de salubridad se ha elevado el uso de las redes sociales, las plataformas educativas y plataformas de conexión sincrónica o asincrónica para generar los encuentros con los estudiantes. Sin embargo, a este tipo de educación no se le puede considerar “educación virtual”, puesto que, desde su inicio, no ha sido diseñada de esta manera, el trabajo realizado se ha encaminado a llevar los contenidos de la escuela a elementos digitales que pueden o no ofrecer un conocimiento al estudiante con apoyo constante de la familia.
En la actualidad se evidenció que la educación aún no está preparada para un proceso de innovación tecnológica, pues la pandemia SARS - Cov-2 vislumbra que ningún centro educativo está dotado con las herramientas necesarias para el trabajo de las clases sincrónicas; así mismo, en las instituciones educativas se puede detectar que algunos maestros carecen de una formación acerca del uso de las herramientas TIC en la educación, puesto que, por seguir unos lineamientos y unos currículos, se deja de lado las nuevas incursiones tecnológicas.
Ahora bien, partiendo del hecho de que la forma de vida de los seres humanos ha cambiado y que sus hábitos se han visto afectados, los modelos didácticos de los docentes en las diferentes instituciones educativas también
han sufrido modificaciones. Entre ellas se encuentra que “la modalidad a distancia ha estado acompañada en gran medida de recursos tecnológicos, lo que ha incidido en el conocimiento de nuevos recursos que facilitan el aprendizaje” (Villalobos, 2021, p. 126), es decir, los maestros han fortalecido o ampliado sus conocimientos en pro de generar nuevas metodologías de clase y, sobre todo, nuevos mecanismos para llevar a cabo el proceso de enseñanza en busca de potenciar el aprendizaje de forma satisfactoria con sus estudiantes.
En este sentido, las instituciones educativas han tenido que migrar de manera abrupta hacia estos campos de innovación en el tiempo actual, buscando, de una u otra manera, continuar con los procesos de enseñanza - aprendizaje, para ello, han tomado como base algunas nociones previas de los estudiantes, para poder captar su atención, y lograr la construcción de nuevos conocimientos.
Es de mencionar, además, que la primera estrategia de innovación para el proceso de enseñanza que las instituciones educativas tomaron fueron las redes sociales, definidas por (Celaya, 2008) como los “ lugares en Internet donde las personas publican y comparten todo tipo de información, personal y profesional, con terceras personas, conocidos y absolutos desconocidos” (p. 123), de hecho, las instituciones usaron como primera herramienta la aplicación de “WhatsApp”, conocida como una aplicación de mensajería instantánea que solo requiere que la persona tenga un teléfono inteligente y una red de internet, así, por medio del número telefónico se puede tener una comunicación activa, eficaz y rápida mediante el uso de medios audiovisuales y de texto, convirtiéndose en una herramienta útil para el contacto entre escuela, estudiante y familia.
Sin embargo, las instituciones educativas tuvieron que tomar medidas adicionales, pues esta aplicación no resultó tan eficaz, debido a que es una gran cantidad de información la que se comparte (videos, audios, imágenes) tanto para orientar el proceso de aprendizaje como para realizar la retroalimentación del mismo. Por ello, se migró al uso del correo electrónico y de la plataforma YouTube, de modo que la cantidad de información a compartir ya no ocupaba tanto espacio.
Además de estas conocidas redes sociales y con base en la exploración realizada por docentes, directivos docentes, hasta los mismos estudiantes, se empezó el uso de otras aplicaciones como TikTok, que es una aplicación de uso libre cuyo objetivo es publicar videos cortos con diferentes tipos de edición. Estas decisiones surgen con la intención de cerrar o disminuir las brechas conceptuales que se pueden dar en la educación remota, además permite captar la atención de los estudiantes debido a que la aplicación revolucionó las redes sociales al ser llamativa e interesante.
En este mismo sentido, se dio un uso educativo a Instagram, al permitir la posibilidad de compartir videos, fotos y hacer “en vivos” desde diferentes dispositivos con conexión a internet. Sumado a lo anterior, se encuentra el hecho de que la gran mayoría de la población estudiantil son “nativos digitales”, lo que lleva a que tengan una mayor habilidad al emplear este tipo de aplicaciones, por ello, es que algunos docentes tuvieron que aprender de los mismos jóvenes para poder llevar la academia a las redes sociales.
Esta situación no solo fue vivenciada por los maestros puesto que, tanto administrativos como directivos docentes, tuvieron que usar estas estrategias, al realizar “en vivos (live)” mediante las redes sociales de Facebook, Instagram, YouTube, entre otras, para realizar reuniones, encuentros y formaciones generales con los diferentes actores de la comunidad educativa, con la intención de mejorar los canales de comunicación entre cada uno de ellos y promoviendo la información masiva. Este tipo de actividades se realizan desde la Web 2.0, en las que se soportan las diferentes aplicaciones y plataformas buscando generar una interacción continua y con objetivos definidos.
Por otra parte, las instituciones no solo se basaron en las redes sociales para afrontar la contingencia, de hecho, empezaron a dar más utilidad a los métodos de e-learning (enseñanza mediante el internet y las TIC) y el m-learning (enseñanza mediante dispositivos móviles) (Dans, 2009), de modo que los estudiantes pudiesen tener diferentes métodos, formas de conexión, recepción de las orientaciones y retroalimentaciones de los maestros.
Este tipo de enseñanza obligó a los centros educativos a precisar plataformas educativas apropiadas para sus contextos, de modo que brindara la mayor facilidad de encontrar la información por parte de los estudiantes y padres de familia o cuidadores, en este sentido, le dieron uso a las plataformas educativas que tenían a primera mano tales como Classroom, Moodle, Schoology, Edmodo, ATutor, Docebo, entre muchas más, debido a que este tipo de plataformas cuentan con cinco herramientas principales: la administración del espacio de aprendizaje, la comunicación de los participantes, las gestión de contenidos, la gestión de trabajo en grupos y la evaluación del proceso (Fernández y Cesteros, 2009).
Ahora bien, en Colombia, las plataformas de mayor uso, debido a la facilidad de su acceso y sobre todo la gratuidad de las mismas son el classroom (de google) y moodle, empleando las plataformas de videoconferencia tales como meet (que viene junto a las demás aplicaciones de Google), Zoom y Teams (de Microsoft), aunque también se emplearon otras como Jisti, aunque su uso no fue del todo favorable puesto que no ofrece la misma calidad en torno a las llamadas, mensajes, grabaciones, confidencialidad y privacidad, teniendo en cuenta que las instituciones educativas deben velar por el adecuado uso de datos de cada uno de los actores de la comunidad educativa.
Classroom, surge desde agosto de 2014 como aquella plataforma educativa en la que el docente puede establecer el modelo de trabajo con los estudiantes, el material, las actividades, las ayudas, hasta el mismo enlace de conexión a Google meet, además cuenta con una variedad enorme de utilidades puesto que permite la inclusión de diferentes enlaces web y de las mismas herramientas que tiene Google, tales como los formularios, documentos, hojas de cálculo, pizarras, entre otras que facilitan una interacción constante con el estudiante (Varani, 2016), sumado a lo anterior, permite proyectar un curso completo en varias etapas y, mediante una rúbrica, determinar la evaluación de las diferentes temáticas. La plataforma permite también que el docente pueda llevar un seguimiento constante y en porcentaje del proceso realizado por el estudiante, promoviendo así la participación activa y de forma dinámica en ambos sentidos.
Por su parte, Moodle se establece como el sistema de gestión del aprendizaje debido a que ofrece la facilidad de programas, en forma periódica, un curso completo, o bien una temática en específico, la razón es que se convierte en una plataforma en la que se pueden integrar diferentes tipos de objetos virtuales de aprendizaje (videos, enlaces, imágenes, juegos, documentos…), con la intención de generar un espacio de formación adecuado para los estudiantes con un objetivo claro (López, Romero, y Ropero, 2010). Al igual que classroom, permite al docente llevar un registro del avance de los estudiantes desde su propia participación, además le ofrece la posibilidad de generar y publicar las notas de acuerdo con las cohortes o actividades que implemente. A diferencia de otras plataformas, Moodle se encamina al desarrollo propio de las competencias de los estudiantes, no solo desde la temática o asignatura que se oriente en sí, sino a nivel personal, puesto que permite ejecutar tareas en la que interviene el trabajo en equipo, la cooperación y el liderazgo, del mismo modo, destaca la importancia del trabajo autónomo y de responsabilidad propia.
En este mismo sentido y con la intención de digitalizar las prácticas educativas, los docentes emplearon las mencionadas plataformas de videoconferencias (Correa, 2020), en las que se presenta la oportunidad de acercar a los estudiantes a las explicaciones propias de las asignaturas y de las temáticas, les permitió identificar las bondades de algunas de ellas. En el mercado se ofrecen gran variedad, las más empleadas han sido Google Meet, debido a que hace parte de las herramientas y aplicaciones de Google, en las que la interacción con el estudiante incluye el compartir mensajes, pantalla y pizarra digital para la participación activa de los estudiantes; Zoom, en la que además de las herramientas anteriores, le permite al docente llevar un registro de quién está escribiendo en la pizarra, para controlar así la interacción de los estudiantes. Por último, Microsoft Teams, que ofreció no solo la plataforma de videoconferencia, sino que se convirtió en la plataforma educativa en la que se ofrecen todos los servicios de conectividad sincrónica y asincrónica para que tanto docentes como estudiantes no tengan que salir de dicho espacio, no obstante, esta situación llevó a que la plataforma sea muy pesada y poco provechosa en los lugares con poca conectividad.
Es de resaltar que cada una de las anteriores plataformas educativas han sido diseñadas para que tanto maestros, estudiantes como directivos docentes logren un sistema integral de apoyo en los procesos de enseñanza - aprendizaje, asimismo, las instituciones educativas no solo se adaptaron a este tipo de educación remota, sino que buscaron plataformas que ofrecían mayor seguridad a cada uno de los actores de sus comunidades respecto al uso de imagen y datos personales.
De este modo, se evidencia como la implementación de las nuevas tecnologías es fundamental en los procesos de enseñanza - aprendizaje en este momento de contingencia, además se vislumbra que no solo se emplean las plataformas educativas en dichos procesos, sino que la inventiva de los docentes y la facilidad de los medios digitales convirtió a muchas redes sociales en aulas virtuales de clase, enlazando así las diferentes redes tanto sociales como educativas hacia un solo fin, el de promover la educación atendiendo las necesidades propias del contexto.
Debido a la situación de contingencia y salubridad mundial por el SARS - Cov-2 se logró evidenciar que la mayor parte de la población no estaba preparada para enfrentar una crisis sanitaria; así mismo, se identificó la necesidad de conocer los contextos socioeconómicos y socioemocionales de las poblaciones, siendo un factor fundamental para superar la crisis sanitaria, debido a que esta pandemia llevó a un confinamiento en el que el ritmo de vida e interacción de las personas cambió abruptamente.
Asimismo, y debido a esta situación, se cambiaron las concepciones de comunicación pasando de una comunicación verbal y física, donde los sujetos podían interactuar de forma sencilla y clara con su colectivo a una comunicación virtual, en la que se emplearon mensajes de texto, emoticones, stickers, entre otros que conllevan a expresiones no verbales y de interpretación propia, es decir, los sujetos podían leer un mensaje en un tono diferente al del emisor. De igual manera, los sujetos se vieron enfrentados a diversas plataformas para poder dialogar y expresar algunas de sus emociones, sentimientos y pensamientos buscando que el receptor comprendiera de forma clara el mensaje enviado.
Por otra parte, es fundamental señalar que la coyuntura dada por el SARS - Cov-2 s hizo que las instituciones educativas cerrarán sus puertas y tomaran la decisión de incursionar en una educación mediada por el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), puesto que no se podía perder los procesos de enseñanza-aprendizaje que se llevaban en ellas, convirtiendo su forma habitual de enseñar en un proceso de enseñanza remota; estas decisiones en sus inicios fueron difíciles de aplicar en su totalidad, puesto que existía un desconocimiento frente a la manera de operar y generar aprendizajes significativos de una forma virtual, debido a que la mayoría de instituciones aún tienen sus modelos de enseñanza tradicional y meramente presencial, dejando de lado las ayudas tecnológicas, pues consideran era el mejor método para el aprendizaje.
Ahora bien, en este proceso de implementación de las nuevas tecnologías, las instituciones educativas han tenido que trabajar mancomunadamente con las familias, puesto que finalmente son ellas quienes están presentes con los estudiantes de forma constante, así los maestros al hacer uso de estas nuevas tecnologías convirtieron sus hogares en aulas de clase y han acompañado a sus estudiantes no solo en los procesos académicos, sino en los procesos socioemocionales y familiares, pues el encierro limitó, frustró e hizo que la depresión y la soledad, en muchos casos, se apoderaran de ellos, de esta forma la tarea del maestro y de la institución se transformó, centrando su mirada tanto en la construcción de los conocimientos como en entes motivadores en cuanto al proceso de aprendizaje y de manejo de emociones de los estudiantes.
En este sentido, se debe resaltar que estas nuevas estrategias de enseñanza requirieron del interés, la entrega y el compromiso por parte de las instituciones educativas y sus diferentes actores, al buscar y crear nuevas estrategias de contacto y de enseñanza para lograr que el estudiante tenga un proceso de aprehensión de conocimientos significativos, haciendo que el maestro esté (desde la virtualidad) en cada uno de los hogares de las familias acompañando los diferentes procesos que han requerido.
No obstante, para lograr aprendizajes significativos en los estudiantes, las instituciones educativas tuvieron que hacer uso de las herramientas tecnológicas que tenían y conocían tanto estudiantes como docentes, por ello tomaron las redes sociales (Whatsapp, Instagram, YouTube, Facebook, entre otras), y posteriormente, el uso de algunas plataformas educativas y de videoconferencia (classroom, moodle, meet, zoom, ...) para lograr cerrar todo tipo de brechas conceptuales y digitales entre los estudiantes, la escuela, la familia y el conocimiento. Cabe resaltar que, para lograrlo los diferentes actores de la comunidad educativa tuvieron que pasar de lo empírico a lo formal, por ejemplo, los maestros tuvieron que hacer un proceso de formación y capacitación para el uso de las diferentes herramientas tecnológicas, puesto que, algunos, desconocían el manejo total y las bondades de las mismas.
Finalmente, es importante mencionar que las instituciones educativas se desprendieron de los estereotipos de formación y han venido logrando cerrar, poco a poco, las brechas sociales en pro de la construcción de una sociedad justa, al generar espacios de esparcimiento, integridad y alentando a todas las familias en esta situación coyuntural, que no solo es de salubridad, sino que afectó los ámbitos políticos, sociales y económicos, que desestabilizan a las familias y a la sociedad, en general. De allí, que la educación, la escuela y el maestro jueguen un papel fundamental en la reconstrucción de las sociedades, buscando la equidad tomando como eje central el contexto en el que se encuentran.
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