L

DOI: http://dx.doi.org/10.18634/sophiaj.18v.2i.1353

 

Artículo editorial Reflexiones sobre las Publicaciones Científicas

en Colombia

 

 

*Bibiana Vélez Medina

*PhD en Educación, Vicerrectora Académica, Editora Revista Sophia, Universidad La Gran Colombia Seccional Armenia

 

En Colombia, la divulgación de la actividad científica encuentra su principal expresión en libros y revistas de investigación. La entidad nacional reguladora a través de modelos de medición de esta dinámica es el Ministerio de la Ciencia Tecnología e Innovación, Minciencias, el organismo que promueve la labor investigativa en el país. Universidades, centros de investigación y empresas acceden, a través de convocatorias, a los recursos destinados por el Estado para impulsar la investigación en diversas áreas del conocimiento. Por supuesto, esta es una dentro de las múltiples formas de financiamiento que ocurren en el país, sea desde el ámbito público como desde el privado.

 

El Ministerio de la Ciencia ha implementado un sistema de categorización de grupos de investigación que evalúa la producción científica en múltiples dimensiones. No se limita únicamente a artículos o libros, sino que también considera los grados académicos de los investigadores, patentes, transferencia de conocimiento hacia la sociedad o empresas, entre otros aspectos. Este enfoque holístico de evaluación busca abarcar la riqueza y complejidad de la investigación en el país, reconociendo que la producción científica no puede ser evaluada únicamente desde una perspectiva cuantitativa.



Aunque este sistema tuvo sus orígenes a finales de la década de 1990, las discusiones sobre su idoneidad no han cesado desde entonces. En sus primeros pasos, el modelo generó críticas debido a la vinculación entre la producción de artículos y los aumentos salariales para los docentes universitarios que por ejemplo publicaran. Además, la publicación de artículos y libros se convirtió en un criterio central para clasificar a los grupos de investigación. Esta estrategia buscaba incentivar la actividad investigativa, pero a pesar de sus buenas intenciones, sus resultados fueron diversos y a menudo desafiantes.

 

El incremento en la cantidad de publicaciones se acompañó de una serie de irregularidades, ya que muchas instituciones educativas apenas estaban incursionando en el ámbito editorial, con escaso personal capacitado para abordar este complejo proceso. La cantidad no siempre se tradujo en calidad, y la prisa por cumplir con criterios de clasificación condujo a la proliferación de revistas académicas de dudosa calidad y contenido.

 

Esta tendencia tuvo como consecuencia un fenómeno de endogamia, donde algunas administraciones universitarias relajaron los criterios de publicación en revistas o libros patrocinados por sus propias instituciones. Esto resultó en un ciclo cerrado, donde las investigaciones se difundían mayoritariamente dentro de la institución, disminuyendo así su alcance y posibilidad de impacto.

 

En este contexto, las editoriales universitarias enfrentan un delicado desafío: equilibrar la producción científica local con los estándares internacionales de calidad, sin perder de vista la relevancia y el impacto dentro del ámbito local y regional. La búsqueda de este equilibrio es esencial para fomentar la calidad y diversidad de las publicaciones, al tiempo que se preserva la integridad del proceso editorial y la validez de los resultados científicos.

 

La colaboración entre instituciones y la formación de expertos en el ámbito editorial podrían contribuir a la construcción de un entorno de investigación más sólido y sostenible en el país. La colaboración entre universidades, centros de investigación y otras entidades permitiría compartir recursos y conocimientos, fortaleciendo la calidad de las publicaciones. Además, la formación de profesionales especializados en edición científica es fundamental para asegurar que las publicaciones cumplan con los estándares de calidad y rigor requeridos.

 

En la segunda década del siglo XXI, el entonces Colciencias, ahora Minciencias, se propuso redefinir los criterios de clasificación para las revistas de investigación en Colombia. Inspirándose en la homologación de revistas colombianas de calidad con su presencia en índices internacionales, se abordó la tarea de evaluar la pertinencia y el impacto de dichas publicaciones en el ámbito global. Sin embargo, esta medida trajo consigo una reacción inesperada y compleja que merece un análisis más detallado.

 

La inclusión de revistas colombianas en índices internacionales parece una oportunidad prometedora para elevar el reconocimiento y la visibilidad de la investigación nacional. Sin embargo, la implementación de este enfoque trae consigo un efecto dominó. Las bases de datos y los índices en los que se incluyeron las revistas colombianas en muchos casos, priorizan la publicación de investigaciones de impacto general, lo que desencadena una competencia feroz por los limitados espacios de difusión del conocimiento.

 


Instituciones universitarias internacionales con recursos humanos altamente calificados y un respaldo financiero mayor hacen el escenario aún más desafiante para investigadores de universidades periféricas de Colombia. La competencia se intensifica, creando una realidad en la que un investigador de una universidad periférica podía encontrarse en la misma lucha por un espacio de publicación de alto impacto que científicos de renombre mundial de instituciones como Oxford, el MIT o Harvard.

 

Sin embargo, si bien esto podría parecer un avance hacia la equidad, un análisis más profundo revela desigualdades significativas. Factores como la disparidad en recursos destinados a la investigación, la disponibilidad de equipos y material de laboratorio, e incluso la barrera del idioma (muchas revistas demandan publicaciones en inglés) se convirtieron en obstáculos difíciles de superar para investigadores de contextos menos privilegiados.

 

Esta transformación impactó en las editoriales universitarias y en la dinámica misma de las publicaciones científicas. La línea que antes dividía a las “publicaciones de calidad” de las “menos destacadas” se volvió borrosa. Muchas publicaciones colombianas no lograron la clasificación en estas bases de datos internacionales y, en algunos casos, muchas descendieron de categoría o fueron reclasificadas en el modelo de Minciencias. A pesar de que numerosas publicaciones cumplían con rigurosos procesos editoriales, esta medida las afectó de manera uniforme.

 

En cierto sentido, la situación era similar a un médico que, en su afán por salvar al paciente, administró una dosis excesiva de medicina, poniendo en peligro la salud del paciente más que la propia enfermedad. Este fenómeno puso de manifiesto la complejidad inherente a la evaluación y clasificación de la investigación, así como la necesidad de considerar de manera integral y equitativa los diversos contextos en los que se produce el conocimiento.

 

En la actualidad, Minciencias ha tomado conciencia de las complejidades y singularidades de la investigación en Colombia. Se ha reconocido que basar únicamente los criterios de aval en estándares internacionales resulta insuficiente y puede perpetuar desigualdades. En respuesta, la institución ha implementado criterios de homologación más flexibles y ha ampliado el espectro de bases e índices reconocidos para la clasificación de revistas de investigación.

 

Además, las publicaciones han mejorado sus criterios de calidad y se ha implementado una formación más sólida para los equipos editoriales. Paralelamente, las instancias administrativas han comenzado a comprender con mayor claridad las dificultades que enfrenta este proceso de publicación, respaldándolo de manera más efectiva. Esta evolución refleja un enfoque más inclusivo y realista hacia la divulgación científica en Colombia.

 

La combinación de estándares globales con un reconocimiento genuino de las circunstancias locales genera un terreno fértil para el crecimiento sostenible y la mejora continua en el ámbito de la investigación y la publicación científica del país. La apertura a la diversidad de voces y contextos fortalece el panorama científico y crea oportunidades para la innovación y el avance colaborativo.

 

El panorama de las publicaciones científicas en Colombia ha experimentado una evolución significativa a lo largo de los años. Desde sus inicios como un medio para compartir descubrimientos y conocimientos entre la comunidad científica, hasta su papel actual como indicador de impacto y calidad en el ámbito académico, las publicaciones científicas han jugado un papel crucial en la difusión del conocimiento y el avance de la investigación.

 


En este contexto dinámico, las editoriales universitarias en Colombia se encuentran en una encrucijada interesante. Por un lado, deben cumplir con los estándares internacionales de calidad y excelencia en la investigación para ganar reconocimiento en la comunidad científica global. Por otro lado, también deben tener en cuenta las particularidades locales y regionales de la investigación, asegurando que las contribuciones únicas y relevantes para la sociedad colombiana no se vean relegadas en busca de validación internacional.

 

La colaboración entre instituciones académicas y la adopción de modelos de acceso abierto son vías prometedoras para superar este desafío. El acceso abierto no solo democratiza la información científica al eliminar barreras económicas, sino que también puede fomentar una mayor colaboración y enriquecimiento del conocimiento al permitir que investigadores de diferentes contextos contribuyan y accedan a la misma base de información.

 

Además, la formación y capacitación de los equipos editoriales es esencial para garantizar que los procesos de revisión por pares y publicación cumplan con los estándares de calidad. La implementación de prácticas editoriales éticas y rigurosas es fundamental para garantizar la integridad de la investigación publicada y mantener la confianza en el sistema de publicación científica. En este sentido, la labor de los revisores por pares juega un papel crucial en el proceso editorial. La revisión por pares asegura que los artículos sean evaluados y mejorados por expertos en el campo antes de su publicación, contribuyendo a la calidad y rigurosidad de la investigación. Los revisores, con su experiencia y conocimiento, aportan una perspectiva crítica que puede ayudar a fortalecer los argumentos, mejorar la metodología y enriquecer el contenido general de los artículos.

 

A medida que el campo de la investigación científica sigue evolucionando, es esencial considerar cómo los avances tecnológicos y las tendencias en la comunicación pueden influir en el futuro de las publicaciones científicas. Las plataformas en línea, las redes sociales y otras herramientas digitales están transformando la manera en que se comparte y accede al conocimiento científico. Esto no solo amplía el alcance de las publicaciones, sino que también presenta nuevas oportunidades para la interacción entre investigadores y la sociedad en general.

 

En última instancia, las publicaciones científicas siguen siendo un reflejo esencial del avance del conocimiento humano. Son el medio a través del cual las mentes curiosas y apasionadas comparten sus descubrimientos, desafían suposiciones y enriquecen nuestro entendimiento del mundo. En Colombia y en todo el mundo, la búsqueda del conocimiento continúa, y las publicaciones científicas siguen siendo una herramienta vital en este viaje interminable hacia la comprensión y la innovación.

 

La colaboración entre instituciones, investigadores y editores también desempeña un papel crucial en la mejora del sistema de publicación científica. Compartir las mejores prácticas, establecer estándares éticos y promover la transparencia en los procesos editoriales son pasos importantes para garantizar la integridad de la investigación y la confianza en el sistema.

 

En este sentido, es fundamental mantener un diálogo constante entre las partes interesadas en el proceso de publicación científica. Esto incluye a investigadores, editores, revisores, instituciones académicas y organismos reguladores. La retroalimentación constructiva y la adaptación a las necesidades cambiantes de la comunidad científica son esenciales para garantizar que las publicaciones científicas sigan siendo relevantes y valiosas en la era moderna.


 

La revista Sophia se enorgullece de ser un actor en este proceso en constante evolución. A través de su compromiso con la excelencia y la equidad en la difusión científica, la revista busca ser un catalizador para el intercambio de ideas, el enriquecimiento del conocimiento y el avance de la investigación en Colombia y más allá.

 

En conclusión, las reflexiones sobre las publicaciones científicas en Colombia arrojan luz sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las editoriales universitarias, los investigadores y las instituciones reguladoras en un entorno globalizado. La búsqueda de un equilibrio entre estándares internacionales y la valoración de la producción local es esencial para fomentar la investigación de calidad y el avance del conocimiento en el país. A medida que Colombia navega por las aguas cambiantes de la divulgación científica, es imperativo seguir fomentando la colaboración, la equidad y el respeto por la diversidad de voces en la comunidad científica. Con este número, la revista Sophia espera continuar siendo un vehículo de difusión que refleje esta búsqueda constante de excelencia y equidad en la investigación y la publicación científica.