Movilidad intergeneracional educativa en zonas urbanas y rurales de Colombia: ¿Igualdad de oportunidades?*

Intergenerational educational mobility in urban and rural areas in Colombia: Equal opportunities?

Mobilidade intergeracional educativa em áreas urbanas e rurais da Colômbia: ¿igualdade de oportunidades?

Concepción García Correa**, Martha Yánez Contreras***


*Investigación realizada por integrantes del grupo de investigación de Economía y Gestión del Medio Ambiente de la Universidad de Cartagena, Facultad de Ciencias Económicas, Programa de Economía.

**(E) Maestría en Gestión Ambiental. Integrante del grupo de investigación de Economía y Gestión del Medio Ambiente de la Universidad de Cartagena, Colombia.cgarciac@unicartagena.edu.co

***Magister en Economía y en Economía del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Docente investigadora del Programa de Economía y líder del grupo de investigación de Economía y Gestión del Medio Ambiente de la Universidad de Cartagena, Colombia.myanezc@unicartagena.edu.co 

http://dx.doi.org/10.18634/sophiaj.13v.1i.366


Resumen

Este artículo expone los resultados de medición de la movilidad intergeneracional educativa en las zonas urbanas y rurales de Colombia. Utilizando matrices de transición se encontró evidencia de movilidad educativa intergeneracional tanto en las zonas urbanas como rurales de Colombia; no obstante, es más restringida en el caso de las rurales. En efecto, la posibilidad de escalar más niveles educativos se hace mayor para los hijos con padres con mayor educación y se acentúa si estos pertenecen a las zonas urbanas de Colombia, lo cual conlleva a decir que las oportunidades educativas en Colombia están limitadas, no solo por el condicionamiento del nivel educativo de los padres, sino también por la zona a la que se pertenezca.

Palabras clave: educación, Colombia, igualdad de oportunidades, movilidad social.


Abstract

This article presents the results of measurement of intergenerational educational mobility in urban and rural areas of Colombia. Using transition matrices evidence of intergenerational educational mobility was found in both urban and rural areas of Colombia; however, is more restricted in the case of rural. Indeed, the ability to scale more educational levels is higher for children with more educated parents and is accentuated if they belong to the urban areas of Colombia, which leads to say that educational opportunities in Colombia are limited, not only by conditioning the educational level of the parents, but also for the area to which it belongs.

Key Words: education, Colombia, equal opportunities, social mobility.


Resumo

Este artigo apresenta os resultados de medição da mobilidade intergeracional educativa nas áreas urbanas e rurais da Colômbia. Usando matrizes de transição, foi encontrada evidência de mobilidade educativa intergeracional tanto nas áreas urbanas como rurais da Colômbia. Contudo, é mais restrita no caso das áreas rurais. De fato, a possibilidade de alcançar mais níveis educativos é maior para crianças com pais mais educados e se acentua se elas pertencem a áreas urbanas da Colômbia, o que leva a dizer que as oportunidades educativas na Colômbia estão limitadas, não só pelo condicionamento do nível educativo dos pais, mas também pela área à qual as crianças pertencem. Palavras- chave: educação, Colômbia, igualdade de oportunidades, mobilidade social.


Introducción

Históricamente el desarrollo en Colombia ha mostrado una sistemática diferencia entre las zonas urbanas y rurales. Presentándose en estas últimas, un rezago expresado en pobreza, el no acceso a servicios básicos y de calidad, el menor acceso a los beneficios de la modernización, el desplazamiento forzado y la falta de oportunidades en general, que ha empeorado la situación. Lo anterior conlleva a que sus habitantes migren a las megaciudades en busca de mejores oportunidades. Por lo cual, para forjar zonas rurales prosperas se requiere aumentar las oportunidades en estas.

Para avanzar en esta dirección es necesario un crecimiento en la economía del país, pero además, que se vea reflejado en una mejor distribución de la riqueza, empleos bien remunerados, trabajo decente, ingresos suficientes y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. "Entre 2000 y 2010, las tasas altas de crecimiento económico constante en Colombia —lejos de reducir la brecha urbano-rural— en realidad pudieron haber exacerbado el problema" (Parra, Ordónez, & Acosta, 2013:1).

Algunos de los retos más importantes en la esfera social, son la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, promover la equidad social, la igualdad de géneros, el aumento de las oportunidades, el acceso y permanencia en los sistemas educativos, en especial de aquellos que por condiciones económicas, sociales y territoriales tienen un acceso limitado. La movilidad social y movilidad intergeneracional educativa, es uno de los instrumentos para lograr estos objetivos y es considerada un indicador de cómo están distribuidas las oportunidades en una sociedad.

Los cimientos teóricos en el tema de movilidad social se deben al sociólogo Pitirim Sorokin (1954) en el siglo XX, posteriormente Lipset y Bendix, a mediados del siglo (Uribe, 2005; Uribe, Vásquez, & Pardo, 2006). La movilidad social hace referencia a los cambios en la posición social que ocupan las personas en una determinada estructura social. De este concepto, proviene el de movilidad intergeneracional - educativa - el cual hace alusión a la posibilidad que tienen los hijos de cambiar su nivel educativo respecto al que tuvieron sus padres. Al respecto, se pueden dar tres situaciones: que los hijos superen el nivel educativo de sus padres (movilidad ascendente), que disminuya (movilidad descendente) y la tercera opción que lo repliquen o hereden (inmovilidad). De esta forma, la movilidad intergeneracional revela información sobre la existencia o no de asociación entre el nivel educativo de los padres y el que logran sus hijos (Andersen, 2001; PNUD, 2010; Yanéz & García, 2013).

Cuando existe alta movilidad intergeneracional educativa, el nivel educativo que alcanzan los hijos es resultado del mérito y esfuerzo personal y no de la retención del estatus social o educacional que procede de sus antecesores familiares. Por el contrario, cuando las sociedades son inmóviles las perspectivas de progreso para los hijos de padres sin estudios o con poca educación son nulas o limitadas. El panorama se hace aún más complejo si a esto se le suma otro tipo de desventajas acumulativas como la etnia, el sexo, residir en zonas rurales, entre otros aspectos. De allí la importancia de la movilidad intergeneracional educativa para las sociedades que propenden por la equidad e igualdad de oportunidades.

La presente investigación estima el grado de movilidad educativa intergeneracional para zonas urbanas y rurales de Colombia para el primer trimestre de 2014. Algunos de los interrogantes que se intentaron explicar fueron: ¿Existe movilidad intergeneracional educativa en Colombia? y si la hubiese ¿Cuál es el sentido o dirección de la movilidad: ascendente, descendente o nula? ¿El grado de movilidad intergeneracional educativa en zonas urbanas y rurales de Colombia es igual? ¿Qué población se ve beneficiada en la movilidad intergeneracional educativa en Colombia: los hijos de padres con altos niveles educativos o de padres con bajos o nulos niveles de educación?

El estudio está organizado en cinco secciones, incluyendo la presente introducción. En el segundo apartado se realiza un esbozo de la literatura sobre la movilidad intergeneracional. En el tercero, se describe de forma detallada la metodología empleada, haciendo énfasis en la herramienta técnica utilizada. En la cuarta sección se explican los resultados obtenidos; y por último se concluye.

Un esbozo de la literatura

La movilidad intergeneracional educativa indica el grado de correlación entre el nivel educativo de los hijos respecto a sus padres. En investigaciones como las de Behrman, Gaviria, Székely, Birdsall y Galiani (2001), Gaviria (2002), Gaviria (2006), Mediavilla y Calero (2010), y Azevedo y Bouillon (2010), se ha analizado el tema de movilidad intergeneracional educativa, ocupacional o de ingresos para América Latina abordando  metodologías similares, tales como modelos autoregresivos de primer orden Markov y matrices de transición. Los resultados obtenidos son similares en lo que respecta al avance en cobertura educativa en América Latina y su incidencia en términos absolutos sobre el mayor nivel educativo de los hijos respecto a sus padres. No obstante, la literatura es muy clara en señalar que aún existe una estrecha asociación entre el nivel educativo de los padres y el que logran los hijos. Los hallazgos, a su vez revelan una baja movilidad intergeneracional educativa (relativa) en América Latina, y a nivel interno se presentan grandes diferencias.

Con un mayor grado de detalle, Behrman, Gaviria, Székely, Birdsall, & Galiani (2001) y Gaviria (2002) contrastan la movilidad educativa en cuatro países de América Latina: Colombia, Brasil, México y Perú; y Estados Unidos. Los resultados señalan que la movilidad social en Colombia es baja, similar a la de Brasil e inferior a la de México y Perú, y muy inferior a la de Estados Unidos.

En el estudio de Mediavilla y Calero (2010) los países objeto de investigación fueron: Chile, México, Argentina, Brasil, Perú y Venezuela y los principales hallazgos indican la existencia de una relación directa entre el nivel educativo de los padres y el que obtienen los hijos, influencia que tiende hacer directamente proporcional al nivel educativo que estos posean. Es decir, que entre más alto sea el nivel educativo de los padres, las probabilidades que tienen los hijos de alcanzar ese nivel educativo aumenta. Otra deducción indica que el padre en comparación con la madre ejerce una mayor influencia en las probabilidades educativas de los hijos.

A nivel local, para Colombia se destacan las investigaciones de Nina y Grillo (1999), Gaviria (2002), Cartagena (2003), Tenjo y Bernal (2004) y Cartagena (2005), quienes con técnicas similares obtienen los siguientes resultados. Nina y Grillo (1999) concluyen que Colombia tiene una alta movilidad intergeneracional educativa; por el contrario, Gaviria (2002) encuentra que la movilidad en el país es baja y aunque en las últimas décadas parece haber aumentado la movilidad, Colombia está lejos de ser una sociedad justa. Tenjo y Bernal (2004) al igual que Gaviria (2002) señalan que existe una alta asociación entre el nivel educativo de los padres y el que alcanzan los hijos, lo cual denota limitaciones en la movilidad intergeneracional educativa.

Cartagena (2005) explica que Colombia contó con una importante expansión educativa, que trajo como resultado un aumento de los años promedios de educación entre las diferentes cohortes. Sin embargo, desde mediados de los años setenta se presentó un descenso en el ritmo de crecimiento de la movilidad educativa ascendente, medida en el momento de iniciar primaria, secundaria e interrumpir el proceso educativo. Según la autora, este comportamiento parece explicarse en gran parte por la disminución de los retornos de la educación. Nina y Grillo (1999) destacan que pese al crecimiento moderado de cobertura educativa que ha tenido Colombia, existen niveles bajos de educación promedio, principalmente para los pobres. Solo uno de cada seis jóvenes cuyos padres tienen menos de seis años de educación logra completar la enseñanza media, mientras que tres de cada cuatro jóvenes con padres con once años de educación logran como mínimo ese nivel educativo. Sobre la expansión educativa, Gaviria (2002) resalta que esta tuvo lugar principalmente en la década del setenta y ayudo a activar la movilidad social. Sin embargo, los resultados se reflejaron primero en las ciudades más grandes del país, mientras que en las pequeñas el incremento aconteció en años posteriores y favoreció en mayor medida a la cohorte que inició su proceso de formación en la década de los setenta.

Un punto en el cual la literatura no converge es sobre las diferencias en las oportunidades educativas en zonas urbanas y rurales. Mientras que Bonilla (2010) halla que los habitantes de las zonas urbanas tienen menor movilidad, Nina y Grillo (1999), y Tenjo y Bernal (2004) encuentran en estas zonas la presencia de mayor movilidad. El presente trabajo pretende ser un referente actual en el estado de la movilidad intergeneracional educativa en las zonas urbanas y rurales de Colombia y contribuir a la literatura científica en torno a este tema mediante los hallazgos encontrados.

Materiales y métodos

La investigación es de tipo explicativo, que trata de analizar si el nivel educativo de los hijos está asociado al de los padres e intenta determinar si existen diferencias en la movilidad intergeneracional educativa en las zonas urbanas y rurales de Colombia.

Datos

Como fuente de información se empleó la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) para Colombia del primer trimestre del 2014, aplicada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).

Población objetivo

La población objeto de investigación es el núcleo primario del hogar (los padres/ madres e hijos) diferenciando por zonas urbanas y rurales de Colombia. Se consideran solo aquellos que cumplen las siguientes condiciones:

ü Tener una edad igual o superior a los 25 años1 y menor a 69 años. Con la  primera restricción se disminuye el sesgo de selección u errores de medición, debido a que resulta difícil medir con exactitud los años de educación de este grupo etario, debido a que algunos no han finalizado su tránsito por el sistema educativo.

ü No estar asistiendo a ninguna institución de educación (escuela, colegio o universidad).

A partir de lo anterior, el total de observaciones de hijos que cumplían con estas condiciones corresponde a 526.795, distribuidos así: 443.818 en zonas urbanas y 82.977 en zonas rurales de Colombia.

Herramientas técnicas

Se emplearon las matrices de probabilidades de transición como herramienta técnica. Siguiendo a Yanéz & García   (2013)   el método se describe a continuación.

En primera instancia, se consideraron los siguientes niveles educativos: sin estudios (0º), básica primaria (1º-5º), básica secundaria (6º-9º), media (10º-11º), y superior; para un total de cinco (5) estados posibles dentro del sistema educativo. La primera columna de la matriz indica el nivel educativo de los padres (orígenes); y la primera fila, el nivel educativo de los hijos (destino) asociado al nivel educativo de sus antecesores. La matriz es cuadrada y los registros y/o porcentajes de cada fila son positivos e indican la probabilidad del 100% distribuida en los diferentes estados.

Cada elemento de la matriz Pij representa la proporción de personas (hijos) con un nivel educativo específico (j) si su padre alcanzó un determinado nivel educativo i. Cada valor que adquiere Pij se establece a partir de la distribución de frecuencias; en términos formales Pij es la probabilidad de pasar de la categoría i a la j, y se halla como el cociente del número de personas que pasaron de la categoría i a la j y el número de personas que preliminarmente se ubicaban en la categoría i.

Formalmente:

  (1)

Una de las principales ventajas de las matrices de transición es la captura de movimientos asimétricos, en este sentido se puede observar, por ejemplo, que hijos de padres sin educación asciendan al máximo nivel educativo e hijos de padres con el máximo nivel educativo desciendan al nivel más bajo en la escala educacional (Behrman, Gaviria, Székely, Birdsall, & Galiani, 2001; Gaviria, 2002; Sánchez, 2004).

Las matrices exponen de forma detallada la probabilidad que tienen los hijos de aumentar (movilidad ascendente), disminuir (movilidad descendente) o heredar el nivel educativo de los padres (inmovilidad). Esto se observa con los valores de la matriz que están por encima y por debajo de la diagonal principal, y en la diagonal principal, respectivamente.

Resultados

Matrices de transición

Al comparar los resultados de las tablas No. 1 y 2, en torno a la movilidad intergeneracional educativa ascendente (cuadrantes por encima de la línea sombreada), es decir, que los hijos obtengan mayores niveles educativos del que lograron sus padres, se observa que es más limitada para los de zona rural en comparación con la urbana, en especial cuando se trata de avanzar a los niveles más altos de la escala educacional.

Para hijos de padres con ningún nivel educativo: la probabilidad de avanzar a básica primaria para los de zonas urbanas es del 48% y para los de zona rural 54%; y el lograr estudios superiores es del 6% y 1% respectivamente; esta disminución en el porcentaje ratifica que la posibilidad de avanzar a escalas superiores es más limitada en las zonas rurales.

Cuando los padres tienen un nivel educativo de básica primaria, la probabilidad de que los hijos alcancen básica secundaria es del 11% para los de zona urbana y 2% para los de rural. Vale la pena mencionar que para estos últimos, el ascender un poco, es decir, alcanzar estudios medios o superiores se va convirtiendo en una transición no permitida o nula, pues las probabilidades se hacen cero 0%.

Para hijos con padres con nivel educativo de básica secundaria, la probabilidad de avanzar a media es del 10% en zonas urbanas y 3% en la rural. Con padres con nivel de educación media, la probabilidad de que los hijos alcancen estudios universitarios es del 6% para zonas urbanas y 3% para rural. Estos resultados dejan notar que las posibilidades de ascender en la escala educativa son mayores para los hijos de padres con altos niveles educativos, pero además, para quienes residen en zonas urbanas.

El comportamiento dela inmovilidad, es decir que los hijos repliquen el nivel que lograron sus padres es diferente dependiendo del nivel al que se haga referencia. Por ejemplo: En los menores niveles educacionales (Ninguno y Básica primaria) la mayor retención es para los de zona rural. Cuando el nivel de los padres es más avanzado (Desde básica secundaria a superior), la posibilidad de retención es mayor para quienes viven en zonas urbanas. Lo anterior deja notar que cuando se trata de obtener los mayores niveles educativos las posibilidades siguen siendo mayores para los habitantes de zonas urbanas.

En cuanto a la movilidad descendente, es decir, la posibilidad de que los hijos obtengan niveles educativos inferiores a los que obtuvieron sus padres, se puede ver que hijos de padres con estudios superiores en zonas urbanas tienen un 26% de probabilidad de culminar tan solo estudios de básica primaria; mientras que para los de zonas rurales las posibilidades de descenso se incrementan substancialmente, llegando al 63%.

En síntesis, la relación sugerida por las matrices manifiesta la presencia de una  inmovilidad en los dos primeros niveles educativos, en especial en las zonas rurales de Colombia; y una marcada movilidad descendente que tiende a concentrarse en el nivel de básica primaria, tanto en las zonas urbanas y rurales; no obstante, se hace casi nula cuando los padres tienen un nivel educativo superior. La movilidad ascendente se hace mayor para los hijos con padres con más niveles educativos, sin embargo, está más acentuada en las zonas urbanas de Colombia.

Discusión de resultados

La presente pesquisa encuentra la existencia de movilidad intergeneracional educativa en Colombia, cuyo sentido se exhibe en todas las direcciones posibles, descendente, ascendente e incluso inmovilidad. Siendo la movilidad descendente la que tiene mayor grado o magnitud, es especial en zonas rurales. De igual forma, se percibe que los resultados de movilidad difieren si se pertenece a zonas urbanas o rurales, siendo en las zonas rurales donde se observa un menor grado de movilidad ascendente, una menor inmovilidad y una mayor movilidad descendente, en comparación con las zonas urbanas.

Por otra parte, la mayor retención del nivel educativo en las dos zonas estudiadas se presenta en el nivel de básica primara, dicho de otra forma, cuando los padres tienen un nivel escolar de básica primaria, la mayor probabilidad de que los hijos repliquen este nivel educativo es alrededor del 68% en zonas urbanas y 75% en zonas rurales. Vale la pena también destacar la situación cuando en ambas zonas los padres tienen un nivel educativo de educación superior, en zonas urbanas la probabilidad de que los hijos alcancen dicho nivel es del 29%, mientras que en zonas rurales la probabilidad es de tan solo el 3%, la explicación de la acentuada diferencia, se escapa del análisis de la presente investigación, pero deja la evidencia a futuras investigaciones que deseen hacer hincapié en este tipo de resultados. 

El debate sobre esta temática continua abierto, posteriores pesquisas podrían hacer hincapié en otro tipo de diferencias que de una u otra forma podrían incidir a que la movilidad sea aún más limitada, tales como la etnia, la ocupación de los padres, el sexo, la residencia en zonas urbanas y rurales; u otro tipo de factores que pueden incidir para que la movilidad ascendente se acelere en mayor grado, como la gratuidad en la educación, los programas sociales de apoyo estudiantil o retención estudiantil, entre otros.

Conclusiones

Los resultados de la investigación permiten concluir que la movilidad intergeneracional educativa ascendente es mayor en las zonas urbanas que en las rurales de Colombia, hallazgos similares a los obtenidos por Nina y Grillo (1999), y Tenjo y Bernal (2004), y en contravía a los adquiridos por Bonilla (2010). También, se reafirmó como lo indicaron investigaciones previas Gaviria y Tenjo & Bernal que el nivel educativo del padre, condiciona el que lograrán sus hijos. Pero además, para los hijos con padres con bajos niveles educativos la restricción en el ascenso educativo se hace mayor y acentúa al residir en zonas rurales; lo cual revela una vez más la importancia no solo de la educación de los padres en la educación de los hijos, sino también en las diferencias de oportunidades en las zonas en un mismo país. Los hallazgos encontrados en la presente investigación contribuyen al estado actual de la movilidad intergeneracional educativa en la literatura científica y deja abierto el debate relacionado a esta importante temática.


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Pie de página

1 El límite inferior se utiliza porque en Colombia con esta edad una persona puede alcanzar el máximo nivel educativo referenciado en esta investigación.