"Andar, narrar"experiencias a/r/tográficas basadas en el paseo como propuesta de intervención en diferentes contextos

"Walk, narrate." a/r/tographic experiences based on the walk as a proposal for intervention in different contexts

"Andar, narrar". Experiências a/r/tográficas baseadas no passeio como proposta de intervenção em diferentes contextos

María Martínez Morales

Docente investigador de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Económicas, miembro del grupo de estudios contemporáneos.

http://dx.doi.org/10.18634/sophiaj.13v.1i.683


Resumen

Con el presente trabajo se pretende exponer una serie de experiencias a/r/tográfica  ligadas a la acción de andar como práctica artística, educativa y de investigación al mismo tiempo con la intención de poner en práctica formas de hacer que favorezcan dinámicas de relación con el entorno como espacio social y de intercambio. Para ello, doy cuenta del recorrido que me lleva a exponer  la acción de andar como práctica artística, propuesta de intervención e investigación educativa al mismo tiempo. En este sentido, entiendo la acción de andar desde un posicionamiento crítico, artístico y pedagógico, y por tanto político, con la intención de generar conocimiento basado en procesos artísticos y abrir ese medio a nuevos recorridos por explorar en ámbitos de educación formal y no formal. De esta manera, a lo largo de la investigación surgen espacios intermedios muy enriquecedores al vincular ambas prácticas en una misma acción, desde la mirada relacional y en continuo movimiento que propone la a/r/tografía.

Palabras clave: A/r/tografía, comunidad, práctica artística colectiva, deriva.


Abstract

The present work intends to expose a series of a/r/tographic experiences related to the action of walking as an artistic, educational and research practice, simultaneously with the intention of putting into practice ways of doing that favor dynamics of relation with the environment as a social and exchange space. For this, I give an account of the route that leads me to expose the action of walking as artistic practice, intervention proposal and educational research at the same time. In this sense, I understand the action of walking from a critical position, artistic and pedagogical, and therefore political, with the intention of generating knowledge based on artistic processes; and to open this medium to new routes to be explored in formal and non-formal education. In this way, through the investigation very enriching intermediate spaces come up by linking both practices in a same action, from the relational and continuous movement proposed by the a/r/tography.

Keywords: a/r/tography, community, collective artistic practice, drift.


Resumo

Com este trabalho pretende-se apresentar uma série de experiências a/r/toráficas ligadas à ação de andar como prática artística, educativa e de pesquisa, ao mesmo tempo com a intenção de pôr em prática formas de fazer que favoreçam dinâmicas de relacionamento como o entorno como espaço social e de intercâmbio. Para isto, dou conta do percurso que me leva a expor a ação de andar como prática artística, e ao mesmo tempo, como proposta de intervenção e investigação educativa. Neste sentido, entendo a ação de andar a partir de uma posição crítica, artística e pedagógica, e, por conseguinte, política, com a intenção de gerar conhecimento baseado em processos artísticos e abrir esse meio a novos caminhos por explorar em âmbitos da educação formal e não formal. Deste modo, ao longo da pesquisa surgem espaços intermédios muito enriquecedores ao ligar as duas práticas em uma mesma ação, a partir do olhar relacional e continuamente móvel que propõe a a/r/tografía.

Palavras- chave: a/r/tografía, comunidade, prática artística coletiva, deriva.


Introducción

Con el presente artículo pretendo exponer una serie de acciones y recorridos por espacios basados en la acción de andar como experiencia a/r/tográfica llevada a diferentes ámbitos de educación formal y no formal. "La a/r/tografía es una metodología de investigación educativa basada en la práctica en la que conocer, aprender y hacer no son excluyentes entre sí, sino coexistentes con la sensación y el movimiento de la práctica artística" (Triggs, Irwin y O'Donoghue, 2012: 1).  Para ello, el trabajo que presento parte de una investigación artística que desarrollo a partir de mi práctica artística como herramienta de indagación, para registrar encuentros dibujados donde reflexionar sobre los modos de conocer ligados a la acción de andar y los espacios transitados. De esta manera, la investigación tiene la intención de esbozar un mapa de posibles evocaciones vinculadas a la acción de andar como propuesta de intervención donde práctica artística, investigadora y educativa están unificadas desde la mirada a/r/tográfica.

Desde este enfoque escojo la acción de andar como investigación artística que ha favorecido la exploración y aparición de espacios invisibilizados, desprovistos de carga vivencial para ser reinterpretados, posibilitando el movimiento a través de ellos como parte de un proceso de conocimiento a partir del deambular físico para llegar a su interior "explorar unos recorridos inéditos, llenos de contradicciones estridentes, de dramas que a veces componen armonías inéditas" (Careri, 2009:178). Las exploraciones me han llevado a una serie de aproximaciones o evocaciones posibles al concepto de caminar con la intención de registrar distintos recorridos que surgen de mi desplazamiento. Desde esta perspectiva la acción no se detiene, ni se fragmenta para extraer los hallazgos contenidos, sino que se puede recorrer para ser reinterpretada. Recorridos que se transforman en el tiempo, y que continúan para generan otras rutas, nuevas conexiones. La investigación no se cierra de forma concluyente, sino que encuentra caminos que amplían la idea del paseo más allá de su literalidad para entenderlo como tejido polisémico. Una forma de acción en constante trasformación desde el que continuar profundizando desde distintas perspectivas atendiendo a la transversalidad de sus posibilidades, caminando más allá de la superficie.

La acción de andar como proceso de investigación me ofrece una amplia posibilidad de abordar el proceso de indagación de forma multidimensional e interdisciplinar durante la representación colectiva, toma de conciencia, intercambio de conocimiento, posicionamiento o activismo pedagógico. Una metodología basada en la deriva que articula procesos de aprendizaje colaborativo desde la acción, generando dinámicas basadas en el diálogo y la participación al funcionar como dispositivo activador de acciones. El ambiente y la acción de andar, por tanto, actúa como un agente pedagógico, ya que durante el proceso se construyen nuevos significados basados en las experiencias vividas, como lo afirma Jackeline Duarte:

El ambiente se deriva de la interacción del individuo con un entorno natural que le rodea. Se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y, por tanto, involucra acciones pedagógicas en las que quienes aprenden están en condiciones de reflexionar sobre su propia acción y sobre la de los otros, en relación con el ambiente (Duarte, 2003:99).

El arte relacional que propone la deriva como cartografía colectiva, transforma a la comunidad en participante de las historias encontradas en el camino para generar la posibilidad de transformación social. Desde el desplazamiento tiene lugar la coexistencia de diferentes puntos de vista alrededor de una situación, la posibilidad de repensar ciertas perspectivas ya consolidadas o conceptos establecidos, de la misma manera que funciona como dispositivo activador o recurso pedagógico para el desarrollo de una metodología de acción fomentando un espacio de intercambio y de exploración del territorio que nos rodea al crear tantas líneas de acción como miradas hay en torno al asunto. Indagar a través de la práctica artística asociada al caminar como práctica estética de conocimiento, favorece tanto en la fase de andar como en la posterior reflexión, el entrecruce de caminos interdisciplinares que me ayudaron a componer el discurso generador de la investigación.

 "Se hace camino al andar".  La acción de andar como práctica cultural colectiva

En el siguiente apartado gira en torno a varias experiencias que me llevan a proponer la artística como práctica cultural colectiva desde la relación entre acciones que han ido sucediendo a lo largo de la investigación "Andando... la acción de andar como investigación artística desde una perspectiva a/r/tográfica" (foto 1 ). Una investigación basada en la acción de andar como práctica artística de indagación por la posibilidad que me ofrece de crear nuevos discursos, conexiones e intuiciones desde mi mirada como artista, docente e investigadora al mismo tiempo, favoreciendo la creación de un mapa de acciones que enriquecen el proceso creativo y la construcción de nuevas narrativas, un camino que voy trazando en la misma acción de andar.

La forma o estructura de la investigación sigue las fases contenidas en la deriva, desde el planteamiento a la forma en la que se ha ido gestando, partiendo del cuerpo como centro de experimentación y la relación con el entorno.  Las primeras exploraciones surgen a partir de una serie de paseos por diferentes espacios sin un destino sino desde el fluir de un lugar sentido como extraño al mismo tiempo que cotidiano, permitiendo introducirme él desde la experimentación, el azar, el juego o lo intermedia. Como si se tratase de los ejercicios propuestos por Joseph Beuys, Wolf Vostell,Nam June Paik Charlotte Moorman, en ese deseo convertir el paseo en una acción que va configurando nuevas conexiones, recorriendo una y otra vez las líneas que se esconden bajo nuestros pies, construyendo desde el interior los recodos de un espacio imaginado basado en nuestra experiencia del lugar. En este sentido, siguiendo la estructura de deriva comienzo a deambular como forma de exploración como Francis Allys o Hamish Fulton en sus largas caminatas, siguiendo un camino marcado por lo inesperado, el azar, lo intuitivo, el intermedia, lo lúdico, el experimentalismo, la presencia del tiempo, en esa unión entre el arte y la vida...etc., premisas que el autor Ken Friedman utiliza para definir el movimiento artístico del fluxus, y que artistas como Josep Beuys, Nan June Pak o Allan Kaprow defendían en sus prácticas artísticas como forma de vida. Desde este enfoque me interesa la idea de pasear como acción cotidiana ligada a mi experiencia vital, al acto lúdico que a veces aparece de forma azarosa, otras, no, pero sin rumbo...sin saber hacia dónde conducirán mis pasos sino seguida por la intuición surgida de la misma experimentación durante camino a través del cuerpo como centro de percepción.

A lo largo de la investigación, voy resignificando el espacio que transito desde la experiencia, y la intuición, tejiendo un mapa de acciones que me lleva a proponer el lugar espacio social. Escojo la acción de Esther Ferrer Se hace camino al andar, (foto 1) para poner énfasis en la relación que se establece entre la acción y los diferentes contextos donde participa, explorando otras formas de contar en ese intento de vincular lo que se dice con el cómo se dice, mediante el ensayo de formas, como los trazos que los habitantes dejan al desplazarse, encontrarse y relacionarse, de la misma manera que Nicolas Borriaud nos invita a la posibilidad de un arte relacional. 

"un arte que tomaría como horizonte teórico la esfera de las interacciones humanas y su contexto social, más que la afirmación de un espacio simbólico autónomo y privado, da cuenta de un cambio radical de los objetivos estéticos, culturales y políticos puestos en juego por el arte moderno" (Bourriaud, 2006:13).

Por tanto, en ese transitar voy construyendo un camino a partir de mi relación con el otro, o como Gergen argumenta:

Una manera útil de plantear las cosas, es decir, que un actor nunca llega hasta el significado, excepto a través de las acciones complementarias del otro. Cualquier cosa que sea dicha o escrita no tiene un significado intrínseco; no porta un mensaje univoco en el construccionismo social y la práctica pedagógica en sí mismo. Ni tampoco el significado de una serie de palabras o acciones está determinado únicamente por el receptor (escucha o lector). Más bien, las acciones de un individuo (tanto lingüísticas como otras) operan como indicadores de posibles secuencias relacionales; provocan ciertas líneas de acción, por oposición a otras. (Gergen, 2007:219).

De esta manera, el discurso se va tejiendo en ese discurrir a través de vidas que confluyen en la mía, en ese sentido, no solo contamos nuestras vidas como historias, también existe un sentido significativo en el cual nuestras relaciones con otros se viven de forma narrativa (Gergen, 2007) al mismo tiempo que, como Hernández propone, cuando vamos articulando un camino desde el transitar por esas historias de vida, donde la investigación no fija el relato de la experiencia narrada como un fin en sí mismo, sino que es el propio proceso de la narración un modo de conocer en sí, desde en la toma de decisiones a cómo articular el relato, las estrategias narrativas desplegadas y la función que desempeñan en cada caso, dejando huellas del modo de conocer que propicia la escritura en la investigación narrativa (Hernández, 2014). O como expone Bourrieaud, desde el sentido relacional de la práctica artística,

Parece posible dar cuenta de la especificidad del arte actual gracias a la noción de producción de relaciones ajenas al campo del arte (oponiéndolas a las relaciones internas, que le proporcionan su base socioeconómica): son las relaciones entre los individuos y los grupos, entre el artista y el mundo, y en consecuencia, las relaciones entre "el que mira" y el mundo (Borrieaud,2006:29).

Así, la acción se transforma en un recurso a través del cual se crea o recrea experiencia en la que el cuerpo se encuentra inserido en su relación con los otros. Por tanto, el presente trabajo se aborda desde la práctica artística entendida como práctica cultural colectiva, desde lo relacional en la construcción del significado, idea que defiende ya el movimiento fluxus, y artistas contemporáneos a través de su práctica donde está insertado el componente social:

El lugar común según el cual el arte implica ampliar la idea de práctica artística para incluir también las condiciones sociales (relacionales, organizativas, institucionales, económicas, etc.) que son condición de su existencia, puesto que ellas forman parte inextricable de aquello que identificamos como arte, del mismo modo que el iceberg es toda la masa de hielo que lo compone y no sólo su ápice visible (Heinich 2003:54).

En este sentido, al hablar de prácticas artísticas como prácticas culturales y conectarlas con lo pedagógico e investigativo hay que hacerlo, como apunta Sánchez de Serdio (2014) situándonos en el marco de una pedagogía cultural y colectiva como forma de investigación colaborativa. Según Serdio, esto significa, desmarcarse de los enfoques disciplinares y psicológicos más habituales en las teorías de la educación y el aprendizaje, para alinearse con las tendencias más políticas de los estudios culturales y las pedagogías, así el sujeto pedagógico no es entendido como un individuo en el que se fomentan determinados procesos cognitivos, sino que es esencialmente social  y está situado en procesos culturales que exceden los contextos convencionales de la educación (Sánchez de Serdio, 2014).

 Rutas alternativas y metáforas del camino

La  acción de andar como proceso creativo responde a la forma de deriva como eje vertebrador de la investigación y método de indagación, donde son fundamentales las experiencias compartidas en ese transitar como hilo conductor del discurso (foto 2).

De esta manera, propongo el paseo como acción cotidiana o experiencia vital al mismo tiempo que como práctica artística, como Dewey propone en recuperar la continuidad entre la práctica artística como experiencia vital, (...) se impone una tarea para el que pretende escribir sobre la filosofía de las bellas artes. Esta tarea consiste en restaurar la continuidad entre las formas refinadas e intensas de la experiencia que son las obras de arte, y los acontecimientos, hechos y sufrimientos diarios, que se reconocen universalmente como constitutivos de la experiencia (Dewey, 2008).  Por otro lado, entiendo la práctica artística como práctica educativa, como metodología favorecedora de experiencias de aprendizaje. Dewey argumenta que el conocimiento deriva de la experiencia, y por lo tanto de las prácticas artísticas:

La idea de aumentar la comprensión, de profundizar la inteligibilidad de los objetos de la naturaleza y el hombre, resultante de la experiencia estética, ha conducido a los filósofos a tratar el Arte como un modo de conocimiento, y ha inducido a los artistas, especialmente a los poetas, a considerar el arte como un modo de revelación de la naturaleza interna de las cosas, que no puede obtenerse de ninguna otra manera. Ha conducido a tratar el arte como un modo de conocimiento no solamente superior al de la vida ordinaria, sino al de la ciencia misma. (Dewey, 2008:325).

Desde esta perspectiva, la investigación está basada en la elaboración de una metodología construida a partir de la práctica artística como parte del proceso creativo, como acción investigadora y educadora , encontrando una forma de proceder donde se dan ambas prácticas al mismo tiempo.  La investigación me lleva a la construcción de un discurso que me conduce a re-significar los espacios que experimento, reflexionando sobre las relaciones que se establecen al vincular caminos que emergen desde la mirada intersticial que propone la a/r/tografía. Experiencias que fueron derivando en una serie de intervenciones como proceso abierto a la creación colectiva, invitando a la reflexión sobre nuevas formas de hacer que tienen en cuenta la mirada de cada sujeto, mostrando aquello que de otra manera quedaría invisibilizado. Un hacer reflexivo sobre lo que queremos mostrar y cómo lo queremos contar, a modo de cartografías multisensoriales como propone López-Peláez, como método cognitivo de investigación:

La cartografía multisensorial se presenta de esta forma como un mapa simbólico realizado en distintos soportes y en el que, por tanto, interaccionan lenguajes que están codificados de manera diferente. Además de la presencia de lo sonoro, lo icónico y lo textual, desempeña un papel fndmental la arquitectura de la ciudad o aspectos más inusuales como son el movimiento o el gesto del paseante al errabundear. Se trata, por tanto de un artefacto intermediade naturaleza icónica, textual, gestual y sonora en el que se produce una apropiación del espacio a través de una narrativa autorreferencial (López-Peláez Casellas, M.P , 2016:109).

Considerando la acción de andar como práctica cultural colectiva en la construcción relacional del relato, voy tejiendo un camino desde el tránsito por las historias de vida que van sucediendo en ese andar por diferentes espacios, atravesado por los relatos en el continuo intercambio de experiencias, como la acción colectiva de andar de Fernanda, Clara y Viviana, Narrativas de lo inesperado, que me llevó a repensar sobre el proceso de construir un camino en el aula, desde la performatividad como forma de conocimiento. "La realización de una práctica artística intermedia en el aula universitaria nos dio la posibilidad de conectarnos con nuestras certezas y nuestros temores. Fue enriquecedor desde el momento de decidir qué contar sobre nuestros caminos, encontrando algunos puntos comunes -aún difusos- desde donde comenzamos nuestra experiencia artística. En un principio el control de la historia nos dio la ilusión de seguridad para realizar un video. Sumergiendo nuestros textos y dibujos en el agua, logramos un resultado apropiado. Pero fue al momento de concluir nuestra actividad, cuando nos dimos cuenta que era el material, el papel mojado, el que tomaba protagonismo sobre nuestro cuerpo. Comprendimos que lo anterior había sido la antesala para la verdadera práctica intermedia. El material se aferraba a nuestras manos, seguía nuestras formas, nos exigía ciertos movimientos. El tiempo de acción era breve. Fue curioso notar que con sólo mirarnos logramos atender estas sutilezas."  Fernanda Georgiadis, Clara Monteiro y Viviana Pérez.(foto 2)" 

De esta manera, partiendo de la deriva como proceso creativo, híbrido, de experimentación, propongo la acción de andar como práctica artística intermedia basada en lo relacional no solo entre medios sino también entre los diversos agentes que intervienen y aspectos de la actividad social que se ven afectada por dicha acción. A partir de prácticas intermedias que surgieron desde el camino, reflexioné sobre la metáfora del rizoma como creación de espacios intermedios de encuentro, indagación, subversión o acción se sitúa la situación de enseñar/aprender como una forma de arte colaborativa, como un proceso democrático social que involucra a quienes participan les capacita para posicionarse de manera crítica ante aquello que están aprendiendo, viviendo (Torres De Eça, 2014). En este sentido, la propuesta se configuró según prácticas colectivas  siguiendo una estructura no lineal, según las vivencias de cada sujeto y de su forma de narrarla, experiencias rizomáticas que siguen el concepto ya abordado por Gilles Deleuze y Félix Guattari, "un modelo descriptivo o epistemológico en el que la organización de los elementos no sigue líneas de subordinación jerárquica —con una base o raíz dando origen a múltiples ramas, de acuerdo con el  conocido modelo del árbol de Porfirio-, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro" (Deleuze & Guattari 1972:13), con la intención de narrar la experiencia que han vivenciado desde el paseo a casa, para relatar un proceso que sigue abierto al entrecruzamiento con otros recorridos, desde el sentido relacional que propone el rizoma. Así, como el camino intermedia que presentaron Ana Rama Guerrero, Miriam Castro Luque y María del Campo, a través de la instalación sonora paseAndo, que nos invitó a recorrer el espacio a través de una sucesión no lineal de objetos cotidianos que reconstruían el espacio desde la confluencia de historias de camino a casa, y que me llevó a pensar en el espacio pensado desde lo común. "En primer lugar, se realizó una actividad cuya finalidad consistió en recoger una experiencia, atraparla y recaudar posibles palabras, fotos, videos, audios, y objetos significativos para cada una de nosotras. Esta experiencia estuvo basada en el  "camino" que realizamos, fue la ida y la vuelta de un día cotidiano desde casa a la universidad. Un recorrido usual y sin significado relevante aparentemente, tan solo funcional; el cual tuvimos que observar con todos nuestros sentidos. Una vez recogidos todos los elementos que consideramos, se realizó una puesta en común de dicha experiencia y se comenzó a elaborar la propuesta planteada para "llevarla a otro lugar" a través de la práctica artística intermedia, una creación práctica en la que las diferentes artes y/o disciplinas convergen  y se relacionan". Ana Rama Guerrero, Miriam Castro Luque y María del Campo.(Foto2)

Tejiendo redes: El paseo colectivo como práctica relacional

La experiencia a/r/tográfica que relato a continuación, surge con la intención de  reflexionar  sobre el territorio y el paisaje a partir de las herramientas y estrategias del arte contemporáneo, como invitación a investigar acerca del entorno inmediato relacionándolo con la experiencia de cada sujeto, la memoria, y el tejido social y cultural, desde la implicación de todos los agentes en el proceso de forma colaborativa. La propuesta parte de experiencias anteriores, que me han llevado a la práctica que expongo como acción relacional.  Un camino que comienza en una conversación con un grupo de mujeres sobre sus recuerdos asociados al barrio, y que me llevan a contar la historia de supervivencia a través de encuentros con la asociación de vecinos y vecinas a las que pertenecen, un lugar donde se reúnen con la intención de tejer sus historias entre puntadas de tiempo. Me propuse explorar en el propio proceso la forma misma de cómo podía ser contado, en cómo construirlo a partir de prácticas colectivas y de ser compartido. En aquel momento me interesaba la idea de construir otras formas narrativas o performativas que visibilizaran la historia. De aquella experiencia surge la idea de paseo colectivo como forma de relato a partir de acciones cotidianas que cada uno expresa desde su vivencia personal, o desde su contexto local. Planteamos el paseo como un proceso abierto de acción y reflexión, a partir de la acción de reconstrucción del lugar a partir del imaginario, desde la  experiencia compartida y el registro que va configurando nuevas narrativas que constituyen una parte esencial del proceso. (foto 3)

Comenzamos un paseo colectivo como práctica artística comunitaria desde el comprender el contexto en el que nos insertamos a partir del sentido relacional (foto 4). El paseo se planteó cómo aproximación al contexto social del barrio a partir del encuentro con vecinos y vecinas del lugar, con la comunidad, con el propósito de realizar un mapeo a partir de la idea de barrio que comparten sus habitantes, de lugares, recuerdos, para desarrollar una propuesta desde las iniciativas y recursos del lugar. Del mapeo surgieron posibilidades de hacer, finalmente se decidió por realizar una deriva afectiva. Del concepto "afectos" nos interesa su potencial de lecturas múltiple con el alumnado participante, recorridos por espacios que son significativos para sus vecinos y vecinas. Entendemos por deriva afectiva a una forma de deambular por el espacio desde lo intangible, lo no hablado y poco visible. En la acción no hay un objetivo definido sino el caminar como exploración del lugar, entendiendo el paseo como experiencia compartida y colectiva al vincularnos a quienes participamos en ellos como habitantes del lugar, atravesados por las experiencias de quienes lo habitan. El paseo colectivo se desarrolló en torno a procesos en el aprendizaje colaborativo focalizado en la construcción de un discurso conjunto en torno a la idea del caminar como práctica artística y de intercambio de conocimiento compartido en torno al paseo por el barrio. Desde este posicionamiento se fue construyendo una investigación a partir del tejido social creado entre los participantes de la acción, por tanto, no tendría sentido plantear la investigación como práctica artística individual. Las cualidades relacionales, transitivas, van creando  redes, vínculos entre sujetos y espacios, así, el sentido pedagógico se construye desde lo relacional o desde la colaboración de los agentes que intervienen en el proceso, en pensar a los otros como generadores de conocimiento convirtiendo la investigación en un proceso colectivo y social. Desde el intercambio de experiencias como nos María Del Campo, "nos disponemos a iniciar el camino tras un café y dulces que han hecho las mujeres del barrio, todos están emocionados de recibirnos y nosotros expectantes con lo que nos espera en el día. Empezamos por un camino empinado de tierra, escuchando a los mayores contar sus historias de cuando eran jóvenes y a los jóvenes reír y contar las suyas propias de aquel lugar especial para todos ellos. Yo tengo siempre muy buena conexión con los niños, así que me hago inseparable de mi tocaya, María, hablo con ella del colegio, del barrio, de los vecinos… que perspectiva tan distinta a otra niña de cualquier otro barrio, me doy cuenta que este barrio es diferente a los que conozco; la vida está en la calle, hospitalidad, amabilidad, gratitud, cante, música, comida, hoy lo hemos compartido todo, incluso hemos disfrutado aprendiendo a coser con las mujeres mayores, el punto de cruz y la cadeneta. María y yo nos intercambiamos nuestros retazos de tela para guardar el recuerdo de este día. Niños, mayores, estudiantes, vecinos, gordos, flacos, altos y bajos hemos compartido el mismo día en el mismo lugar, qué gran coincidencia."María Del Campo.

La investigación me llevó a la exploración de nuevos lugares desde el sentido relacional, al encuentro con los habitantes del lugar, y desde ahí, comenzar un viaje donde indagar a sobre lo que va ocurriendo desde el tránsito y movimiento al vincular las distintas experiencias que van sucediendo. Las personas van participando de la acción mientras tiene lugar el paseo por diferentes lugares. Estos encuentros me llevan a reflexionar en la comunidad con la intención de formar parte en procesos compartidos, en ese hacer a partir del trabajo colaborativo, entendiendo lo colaborativo como proceso de negociación, dialógico donde se incorporan y comparten cuestionamientos sobre metodologías e ideas de trabajo, con la intención de integrar las diferentes miradas en torno a una acción. Las acciones colaborativas, por tanto, tratan de generar otras formas de hacer donde aprender con y desde el intercambio de experiencias con la comunidad. En este sentido, me interesa la idea de trabajo colaborativo con colectivos como forma de producción cultural con la intención de poner en valor prácticas comunitarias.

Por otro lado, compartir el paseo colectivo me hizo reflexionar sobre los sentidos y significados del caminar desde cada experiencia,  para Clara adquirió una forma de transformar, de tejer, de hacer en lo cotidiano, de pensarnos en la distancia.  "En los últimos meses, el caminar ha sido una acción constante para mí. Desde que salí de mi país, este verbo ha cruzado mi imaginario conectándose con las nuevas geografías que he dibujado. Yo he sentido la necesidad intrínseca y fuerte de partir, buscar y transformar el espacio en territorio de cosecha. Estar fuera de mi ciudad ha proporcionado el placer por descubrir otras maneras de sentirme en casa, por ejemplo. Cuando llegué en Alcaudete, encontré personas, espacios, objetos y costumbres que podrirían ser míos también. Por todo el día, fue conducida a experimentar la historia, los sabores, el paisaje y, principalmente, el carácter humano de la ciudad. Reconocer en el cántico de las personas mayores su trayectoria de vida o en los encuentros del barrio – las personas sentadas en la plaza - una manera singular de relacionarse con el otro, es también un nuevo camino para representarme y comprender mi propia cartografía interior." Clara Monteiro

La acción comienza en las historias de vida de sus habitantes, sus anhelos y necesidades, planteamos el paseo como forma de re-significar el espacio, de indagar e identificar sobre cómo se transforma y emergen las experiencias y saberes a partir del intercambio con sus habitantes. Desde el paseo se narran experiencias, redes de afinidad que se entretejen desde la relación con la comunidad, unas nuevas formas de hacer y entender la cultura como interacción social. Pasear con otros se convirtió en tanto una forma de indagar qué sucede como qué nos sucede en esos espacios que transitamos, qué otras posibilidades de hacer se han dado o se pueden dar, como un medio de trazar nuevas trayectorias de forma colectiva desde un proceso compartido. Rescatamos historias de vida que tienden a re-significar el espacio que transitamos desde la memoria a partir de procesos basados en las vivencias de cada paseante. Cuestiones que sobre el lugar, de todo aquello que vamos investigando o vamos hallando, conformando un mapa de nuestra experiencia que vamos narrando en ese ir haciendo desde el mismo camino. Desde dónde lo miramos y cómo lo trazamos desde las historias que se entrecruzan y conectan con la nuestra. Una red de construcción del imaginario colectivo, de cómo nos sintamos, cómo pensemos la ciudad nos hace establecer un determinado vínculo con ella y con quienes la habitan. Por ello es tan importante compartir lo que se va investigando, rastreando, encontrando y desarrollando durante la organización de un paseo, las experiencias, los afectos y los saberes, para tramar colectivamente el lugar que tenemos y que deseamos.

Desde el paseo colectivo se generaron historias cotidianas de resistencia cultural, definidas como un proceso abierto, que se va construyendo en el tiempo y que nos permite ir experimentando desde el interés de indagar desde la acción artística diversas formas de tránsitos entre experiencias y vidas. El paseo como forma de visibilizar pequeñas historias cotidianas de resistencia, de relación con el entorno como espacio social, con diversas formas narrativas para construir memoria colectiva a partir del registro de historias, de propiciar encuentros, interacciones y experiencias. Tomando como aspecto esencial los efectos, como motor de las acciones, de lo vivencial y lo emocional como punto de partida y motor de resistencia.

 Conclusiones. Desde el proceso compartido

La experiencia nos ha permitido establecer una serie de posicionamientos a partir de formas de interacción social desde la premisa relacional que propone la acción de caminar, repensar roles en ámbito educativo, adoptando el sentido de las prácticas colaborativas como intercambio de saberes desde la creación colectiva y como transmisora de conocimiento. (foto 6)

La acción de andar como experiencia a/r/tográfica ha favorecido la interacción social y la aparición de interconexiones incidentes en el proceso de construcción del conocimiento individual y colectivo durante el proceso compartido, cada grupo o participante, tanto en la fase de caminar como en la posterior reflexión ha favorecido el entrecruzado de caminos interdisciplinares que ayudaron a componer el discurso.

A través del paseo colectivo generamos registros y archivos de memoria de los habitantes del lugar, que han configurado la memoria desde el proceso compartido, desde la transmisión de dicha historias de los protagonistas de relatos de resistencia en sus contextos locales. Esta memoria compartida constituye tanto un material para ser reinterpretado desde diferentes miradas, como construcción narrativa de experiencias, o punto de partida de nuevas prácticas comunitarias, de posibilitar procesos o flujos para generar nuevas experiencias.


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