En la vanguardia de la era digital: inclusión de Sophia en un índice de la web of Science
Bibiana Vélez Medina*, María Angélica Ortiz Salazar**, Ana María Mosquera Ayala***
* PhD. Educación. Vicerrectora Académica Universidad La Gran Colombia Seccional Armenia.
** Mg. Educación. Directora de Investigaciones Universidad La Gran Colombia Seccional Armenia.
*** Comunicadora Social. Líder de producción bibliográfica Universidad La Gran Colombia Seccional Armenia.
Tenemos el agrado de compartir con ustedes un logro importante de nuestra Revista: Sophia ha sido aceptada en Web Of Science (WOS) de Thompson Reuters, en el índice Emerging Sources Citations Index, luego de un proceso de evaluación rigurosa que duró alrededor de diez meses. Antes de explicar el significado y el alcance de esta nueva indexación, queremos agradecer a quienes han leído, revisado, citado e incluso, rebatido nuestros artículos, con lo cual han contribuido a la publicación de ediciones de alta calidad, que hoy nos sitúan en este honroso índice internacional.
En la actualidad, numerosas editoriales se enfrentan a la evolución requerida en la era digital. Por más simple que esto parezca, la transición de una publicación impresa a una electrónica encierra consideraciones que van mucho más allá de un proceso de digitalización. Una de las más importantes es la adopción del lenguaje XML, el cual permite, mediante una marcación de etiquetas, la codificación de la estructura de un artículo de manera estandarizada para lograr la interoperabilidad de los textos en la web. Por ejemplo, cuando alguien digita una palabra en un buscador de internet, la información aparece ordenada de tal forma que brinda opciones exactas a partir de los mecanismos de búsqueda; dicha precisión se debe al lenguaje de marcación del XML y su estructura, de modo que esta información pueda ser almacenada, transmitida, procesada, visualizada e impresa, por diversos tipos de aplicaciones y dispositivos. Este lenguaje exigió a los editores la implementación de herramientas tecnológicas, como el gestor electrónico de publicaciones Open Journal Systems (OJS), los sistemas de marcación Scielo y el DOI (identificador de objetos digitales), para garantizar a los lectores el acceso al texto completo, la correcta integración de los datos que describen el artículo y la permanencia de este en la web.
Además de resolver estos aspectos técnicos, los editores de revistas científicas deben asumir la constante resistencia del público para abandonar el papel, pues con frecuencia se realizan suposiciones y simplificaciones acerca de la naturaleza de los documentos digitales. Esto se debe principalmente al desconocimiento de las transformaciones históricas en la divulgación del conocimiento. Con el surgimiento de Internet se dió transición al formato digital y se posibilitó una interacción dinámica entre autores, editores, revisores y otros actores del proceso. Como consecuencia, la comunicación científica cambió el modelo clásico en la década de 1990, en el que la práctica hegemónica era la publicación impresa (Pelekais, Soto, Pelekais y Pelekais, 2016). Dicho de otro modo, la revista electrónica aparece como una nueva forma de comunicación científica generada por el uso extendido de las redes teleinformáticas, que permiten una distribución rápida y eficaz a un mayor número de personas, sin que esto implique reducir los parámetros de calidad académica.
Luego, el gran volumen de producción científica que comenzó a circular en la Red ocasionó la necesidad de implementar sistemas de medición que generaran indicadores acerca del impacto de las publicaciones con respecto a la cantidad de citas recibidas menciones, directas o indirectas, de fragmentos publicados de otros autores a partir de las cuales se pueden construir uno o más indicadores. Por ejemplo, cantidad de citas recibidas, fuentes, lugar de origen, entre otros, que configuran los más importantes rankings de producción científica del mundo. Además, la separan por países, áreas de conocimiento y contribuciones por autor, con el objetivo de reconocer a través de la citación el impacto que tienen las publicaciones en cada país. Al respecto Carlos Arturo Hernández en su publicación titulada "índices bibliográficos" asevera:
La abrumadora cantidad de información científica, resultado del avance vertiginoso de las investigaciones y de su divulgación, originó la necesidad de contar con obras de referencia que la organizaran de forma lógica y sistemática y que, al conformar gigantescas bases de datos en formato electrónico, permitiera su rápida consulta por parte de los investigadores y de los lectores interesados en un tema en particular. Estas obras se conocen como índices bibliográficos o de referencia bibliográfica ya que recopilan los títulos más representativos de un área específica del conocimiento. (Hernández, 2003:1)
Los sistemas de medición referidos son colecciones de bases de datos en las que con un sistema de búsqueda por medio de palabras clave aparecen las citas de artículos publicados en revistas, congresos y otros eventos académicos. Dichas colecciones están agrupadas bajo sellos editoriales internacionales, como Thompson Reuters y Elsevier, entre los más reconocidos, los cuales han consolidado criterios editoriales de visibilidad, impacto y permanencia, a los que son sometidos las revistas que soliciten inclusión en tales colecciones. Si bien es cierto que los criterios establecidos para lograr la inclusión de una revista son rigurosos, también lo es que estas exigencias buscan fortalecer los parámetros de la producción científica para garantizar que las publicaciones sean de indudable calidad y alto impacto.
Ahora bien, la información proporcionada por los índices de citas de Thompson Reuters puede utilizarse para diferentes fines. Por ejemplo, se utiliza para revelar información acerca de quién está citando sus trabajos de investigación y cómo estos podrían influir sobre nuevos avances; también permite saber, basándose en estudios previos, hacia dónde se dirige la investigación en diferentes áreas temáticas, e identificar las fuentes de información que utilizan otros investigadores nacionales e internacionales (Web of Science, 2006).
Alcanzar un logro como el que hoy celebramos, representa nuevos retos no solo para los editores, sino también para los investigadores. A mayor visibilidad de la revista, los procesos de publicación se vuelven más selectivos, ante lo cual los autores deben ponerse a la vanguardia con las herramientas tecnológicas disponibles Orcid, Research ID o Google Scholar, ideadas con el fin de recopilar toda la producción bibliográfica de un investigador y, a través de sus aportes a la ciencia, establecer su factor de impacto. De este modo se le facilita al editor reconocer el nivel del investigador, aspecto que tiene gran peso a la hora de aprobar un manuscrito.
Es importante mencionar que la estructura de WOS está configurada principalmente por tres índices conocidos como la Core Collections: ScienceCitation Index Expanded (SCIE), Social Sciences Citation Index (SSCI) y Arts & Humanities Citation Index (AHCI). En el año 2016, se creó el Emerging Sources Citations Index (ESCI), como parte de la colección principal de WOS en dónde son incluidas las revistas que cumplen con los criterios de evaluación pero que, posteriormente, serán evaluadas para hacer parte de SSCI, SCIE, o AHCI según corresponda su área.
El factor de impacto emitido por WOS se calcula con la suma de las citas recibidas de una edición, dividida por la cantidad de artículos publicados de esta en una ventana de observación aproximadamente de tres años. Dicha medida se publica de una manera cuantificable cada año expresada como Journal Impact Factor.
Como se dijo, nuestra entrada a WOS se ratifica con las ediciones del año 2015 a la colección Emerging Sources Citations Index , esperamos que con la visibilidad que nos proporciona ESCI, y en términos de la calidad del trabajo publicado, Sophia pueda migrar rápidamente al índice Social Sciences Citation Index.
Estos logros reafirman que nos dirigimos en la dirección correcta en términos de visibilidad y calidad del proceso editorial. Los invitamos a que continúen citando a Sophia, ahora con la comprobada certeza que estarán haciendo uso de un medio que aporta calidad y renombre a sus investigaciones, un aporte ya reconocido por los mejores.
Referencias bibliográficas
Hernández, C, A. (2003). Los índices bibliográficos. Biomédica, 23(1),1-2.
Pelekais, C, Soto, M., Pelekais, E.A ,(Elman) Pelekais, E.A. (Elman) (2016) De la publicación impresa a la electrónica: una simbiosis de elementos para divulgar la producción científica en las organizaciones universitarias. Revista de Tecnología y Sociedad, 6 (10) 1-19.
Testa, J. (sf) El proceso de selección de revistas en Thomson Reuters. Web of Science. Recuperado de: